lunes, 15 de julio de 2013

Mi experiencia en un Temazcal.

Cualquiera que escuche o lea mi relato de mi experiencia en el Temazcal consideraría que fue desastrosa, desafortunada, o para el olvido. A mí no me parece para nada así, pero el cierre termino empañando la experiencia.
Para los que no sepan les paso la definición de Temazcal.
"Es un baño de vapor empleado en la medicina tradicional y religión de las culturas mesoamericanas y también de Norteamércia. Alonso Molina lo definía, en su diccionario de lengua náhualt como "casilla como estufa, adonde se bañan y sudan". El término se refiere tanto al espacio físico como al ritual que en él se lleva a cabo.  

La imagen es solo ilustrativa. Ese fue el ritual en el que participe. No aclare que soy claustrofóbica y padezca presión baja.
"Lleva frutas, ropa muy liviana, una toalla, algo para cambiarte y fruta que te guste para compartir". Un árbol de manzanas necesitaba cuando termino la experiencia, pero ese no es el punto. Lleve Mango, que es mi fruta preferida (después de la sandía, pero llevar una sandía a Maschwitz era mucho.
Me lleve ropa liviana, no desayune mucho, y me prendí un pucho. Me prendí varios. Debo aclarar que fue una invitación de una amiga que notaba mi estado de stress y momento de furia mental que yo transitaba.
Me deje llevar por la experiencia, porque más allá de ser nueva, confiaba en que iba a funcionar y estaba en manos de alguien que predicaba por mi bienestar. 
Respiramos, hicimos silencio, sentimos las vibraciones de la música en el cuerpo y abrimos todos los chacras. Que cerraditos, que conteniditos estaban.
Nos metimos en el Temazcal y comenzó una experiencia que termino subiendo a 80 grados. Luego e varios minutos. Lo que al parecer era un ataquecito de claustrofobia término siendo una catarata expulsadora de “acumulación”. Todo lo que mi cuerpo había acumulado, toda la angustia, todo lo que pesaba. Estaba soltando. Llorando, sacando esa angustia que tenía contenida y no me había dado cuenta.
Luego me bajo la presión, me supero la migraña y termine con suero en la clínica con mis padres diciendo mi apellido con voz de preocupados en la recepción de la clínica. Avisados por mi amiga, que tuvo que contarle a mi mamá la experiencia. Grato momento que quedará en la historia. 
Mi amiga se quedó a dormir y yo repose las 48 hs que mi cuerpo necesito para volver al ruedo. (la ambulancia llegó cuando volvimos de la clínica después de estar en observación una hora.

El punto es que como traumático fue reparador. Fue una sanación para el cuerpo y el alma. Se fue el peso y la angustia logró salir de mi pecho. Fue un final complicado para una experiencia inexplicable. Recomendable. Gracias luz de la edad!!!

Casi como irte de vacaciones a un all inclusive y terminar pagando un vuelo extra de U$S2000…. Pero esa es otra historia….