martes, 20 de septiembre de 2011

Incidencias I

Ojala tu Diosito me hubiese dicho como hacer las cosas bien. 

Ojala me diga de alguna manera si todavia hay chances de vos y de mi, de nosotros.

jueves, 8 de septiembre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

PRONTO


Los perros suelen parecerse a sus amos.  O tal vez sea al revés, y sean los amos quienes se parecen a sus perros.
Lo confirmo cada vez que vienen unidos por una correa, en plan de ver quien pasea a quien.
También suelo cruzarme con gente que se parece a alguna palabra.  L., por ejemplo, es una mujer que se parece mucho a la palabra pronto.
En ella vive encendido el deseo, la promesa, el imposible.
La mujer que es igual a la palabra pronto vive cerca del mar y suele confesarme que lo disfruta, que lo recorre con sus ojos verdes y grandes, que lo examina.  Por un momento duda si no es el mar el que la observa, sorprendido de su similitud a la palabra pronto.
La mujer que es igual a la palabra pronto me dice que vendrá a verme, pronto.  Yo le creo, claro.  Y no puedo pensar en ella de otra manera que no sea en la proximidad de sus actos, en lo efímero de sus minutos.
La mujer que es igual a la palabra pronto piensa en el tiempo como un complejo entramado del cual es difícil escapar para vivir una vida distinta.  Sin embargo, de nada se arrepiente.  Proyecta, ecualiza, dilata, revive y desenfoca a piacere sus ideas, sus días y sus letras.
La mujer que es igual a la palabra pronto me dice “Darío, pronto”.

REVERSO


El mundo se terminó cuando, inmediatamente después de decirme el último “te quiero”, su lengua envenenada por mis acciones largó un “fuera de mi vida”.

En ese instante entendí que yo ya no era.