sábado, 12 de diciembre de 2009

ELECCIONES

Hace pocos días tuve una cena de fin de año. Algo simple, sencillo. La empresa en cuestión es casi personal.
Estaban el dueño y su esposa, una programadora, un capacitador y yo.

Como en toda charla en donde los participantes no se conocen demasiado, se buscaban coincidencias saltando de tema en tema. Uno de ellos, la música que escuchamos, sembró algunas formas en mi manera de relacionarme con ella.

Todos decían sus predilecciones. Metallica, Almafuerte, Marley, etc. Salvo la programadora, que decía no escuchar música y tal vez merecería un capitulo aparte, todos aportaban sus elecciones, a veces, con extrañas relaciones entre las bandas y las edades de cada uno.

Juro que al llegar mi turno, me sentí, al menos, incómodo. Y no porque no escuche música o no pueda hablar de ella con algo de propiedad, o porque no tuviese predilectos. Justamente, el problema fue que hay tantos, y tan buenos, que era sumamente injusto mencionar a dos o tres. Incluso pensé en distintos géneros. Pensé en jazz, pero hablar de jazz implicaba, posiblemente, traer alguna rareza a una mesa que apetecía una charla pasajera. Pensé en tango y folclore, pero si decía eso debía decir que no hablaba de los representantes más clásicos, sino de fusiones o cuestiones más libres. Mencionar a un Goyeneche, a un Sosa, es cómo decir que Maradona es Maradona.
Después pensé en pop o en rock. Pero son tantas las líneas musicales que se entrecruzan, que una elección sencilla hubiese podido desatar una discusión atroz en esa mesa sembrada de pizzas con rúcula y provolone.
Y luego, claro, mis tan queridos tesoros. Esas músicas que no son tan conocidas, que son algo particulares, que me guardo para mi y de vez en cuando las comparto en una maratónica noche con alguno de mis oídos amigos. Pero eso hubiese generado caras de asombro, de curiosidad y hasta de preocupación.

Dije, entonces, Juana Molina.

Claro que, mas allá de que la música de Juana me parece fabulosa, no era tal vez la opción que mejor representaba “la música que escucho”. Y eso me valió tener que explicar que hablaba de la misma mujer que hasta hace unos años era prisionera de la pantalla chica, junto a sus hermanas. Y que, además, ya había grabado cinco discos y había sido telonera de Bowie.

Por suerte para todos, llegó otra pizza, esta vez de morrones y jamón, y la charla se disparó para otro lado.

¿A DONDE VAS?

Podría escribir, esta noche, cientas de páginas acerca de lo miserable.

Podría pedirle a mi cuerpo la huella exacta del dolor para exponerla en museos, bibliotecas o pastelerías.

Podría contar detalladamente lo que piensa cada una de las lágrimas que se queda en el puerta de los ojos, en el fondo del corazón.

Podría tantas cosas, y sin embargo el mundo se paraliza, se queda quieto, observa, acusa, saca cuentas, mide, debate, justifica, explica, remienda, se aburre.

Después suena Coty, y nada pasa por el cerebro para enfriar las cosas.

A donde vas sigue siendo un tobogán al llanto.

No se si va directo al momento de tristeza, si es mi himno personal de fracasos,

si funciona como analogía entre mis derrotas afectivas o si sólo es la canción que abre la puerta de los mares.

Suena, y lloro.

Lloro y no puedo detenerme.

Pienso. Y seguro ahí complico las cosas. Pero pienso.

Busco, extraño, siento a Jack tratando de explicarme y hasta lo voy entendiendo.

Pero después pienso de nuevo. Y lloro.

De a poco, me envuelvo en mi caparazón,

Y me convenzo de que no fui planeado para ser feliz

.

Miro todas las películas de antihéroes. Miro en especial esas en donde los chicos que lucen bien en el fondo son los más grandes perdedores. Me veo.

Después, confío en mi autosuficiencia para vencerlo todo, y, con armadura y escudo, salgo de nuevo.

¡Cómo me gustaría que me entiendan, carajo!

martes, 10 de noviembre de 2009


Cuando me pongo a reflexionar en esto que me pasa me acuerdo algo que me dijeron mis papas cuando era chica: “Este cajón no se puede abrir, hay cosas de grandes” ERROR!!! Como me van a decir eso? Justo a mi! Por días no veía la hora que se fueran y me dejaran sola en casa un par de minutos para poder abrir el cajón. Se me pasaron muchísimas cosas por mi ingenua cabecita hasta que por fin lo abrí. Mi cara de decepción cuando vi esa caja inmensa de preservativos es imposible de reproducir. Más que nada porque era esa época donde creía que papá y mamá no tenían sexo y que mi hermana y yo habíamos nacido de un repollo. En el fondo sabia que no tenia que abrir el cajón y sabia que no iba a estar bueno ver eso, pero lo abrí. La triste realidad de que mis padres tenían sexo y que lo hacían a metros de mi cuarto era algo que no podía contemplar. En determinadas etapas de la vida creemos que nuestros padres son seres asexuados, creer que tuvieron sexo solo para concebirnos a nosotros y nuestros hermanos es una realidad que creamos en nuestras cabezas para poder convivir con ellos a metros de ese cuarto. Malditos cochinos! En fin, este no era el tema.

El tema es entender porque aun sabiendo que nos vamos a enfrentar a una realidad que no esta buena decidimos arriesgarnos. Porque tropezar una vez, dos, tres, capaz diez veces con la misma piedra puede ser una manera de entender la “lección” pero vivir tropezando con cada piedra que encontramos en el camino ya creo que es una elección de vida.

Será que aun sabiendo que va a doler, que vamos a sufrir, que no va a estar tan bueno decidimos enfrentarlo? Será que tal vez creemos que podemos cambiar la historia? Total, como no hay libros de la vida, como nadie tiene la receta exacta y como la suerte evidentemente no esta echada podemos dar un batacazo y cambiar la historia? Capaz cambiar la historia y pegarle una patada a esa piedra?

Estoy convencida que después de tanto tropezón va a existir un mimo que compense tanta caída!

domingo, 25 de octubre de 2009

PETALO DE SAL

Furioso pétalo de sal
La misma calle, el mismo bar.
Nada te importa en la ciudad si nadie espera.

Furioso, salvaje, distinto, maravilloso. Yo te espero.

jueves, 22 de octubre de 2009

OBSESIONES COTIDIANAS

Debo reconocer que mientras voy por la calle caminando, últimamente, no puedo dejar de observar dos cosas en las mujeres con las que me cruzo: por un lado, sus ojos y en especial, la forma en que miran. Por otro, sus manos, y en especial, si llevan o no cigarrillos en ellas.

lunes, 19 de octubre de 2009

IMAGEN

Imagen.
Eso es lo que sos para mí. Más allá de nuestras charlas bohemias, de nuestras coincidencias, de nuestras palabras y preguntas. Más allá del hombro sugerido en la más noble de las sutilezas, sos imagen.
Imagen que inspira, que da detalles, que sugiere. Imagen que moviliza, que despetrifica. Imagen que deposita en uno mismo las ganas de hacer una película para que el secreto no lo guarde solo un par de retinas.
Imagen que ensucia la poca información que tengo de vos. Imagen que se presta a las mil historias, a las mil aventuras. Imagen que atraviesa el desconsuelo para dejar entrar en mi vida un poco de claridad, de esperanza. Imagen. Tu imagen desdibujada en el llanto, fortaleciendo rasgos, actitudes, huevos. Tu mirada atravesando el tiempo que nos divide. Tu imagen desdoblada como si fueras no sólo el olor a río con el que te recuerdo.
Imagen de mis canciones, de mis escritos. Imagen idealizada en el anonimato de nuestro desconocimiento. Imagen anónima del deseo de conocerte, de saber la fecha de tu cumpleaños. Imagen distraída, devaluada, casi casi, imagen de casualidad. Imagen de mi vida, de mis lagos y de mis bosques. Imagen de mis sueños más extraños, referente de mis pesadillas. Imagen de mi norte, imagen de mi fe creadora.

Imagen.
Cuando abro los ojos y te busco entre las fotos de mi vida.

martes, 8 de septiembre de 2009



Es difícil creer que una persona con tanta facilidad de palabra como yo tenga tanta necesidad de expresar algo y no saber como hacerlo. Debe tener que ver con tener tantas cosas en la cabeza y que traten de salir como por un embudo. Pero hoy tengo necesidad de sacar un poquito de todo eso y trataré de hacerlo con la mayor claridad posible.

Termino de ver una de las películas de amor que mas lagrimas me hizo derramar y creo que vuelvo a ver una y otra vez cuando tengo necesidad de desahogarme. Y hoy necesitaba sacar un poquito de la impotencia que me genera no poder decirle todo lo que siento. Pero acá “la juego de local” y me siento con la licencia y hasta un poquito de impunidad para hacerlo.

Se trata de amor. Tiene que ver con sentir un montón de cosas que me parece que no se pueden describir con palabras, no por lo menos conocidas. No es difícil entender porque algo tan fuerte no se puede describir, solo sentir. Y también creo que no existe sentimiento mas lindo y que llene tanto el alma como ese.

Después de mi primer gran desilusión amorosa siento que tuve muchos “manotazos de ahogado”. Pretender ocupar espacios que creía vacíos, llevar mi mente hasta algún lugar donde la angustia no tuviera la posibilidad de entrar, entretenerme. Con el tiempo entendí que no podía elegir de quien enamorarme ni a quien meter en ese “espacio vacío”.

Un día, cuando aun trataba de tapar baches, sin darme cuenta y sin buscar que sucediera, pasó. No puedo decir que encontré al amor de mi vida, creo que tampoco tengo ganas de ponerle titulo a nada ni nadie. Solo se que ese montón de cosas que me genera y no puedo explicar se llama “amor”.

Y hoy, como tantas veces lo hice, te vuelvo a escribir a vos. De seguro se te compliquen las frases largas y cuando termines de leer me digas todas esas cosas lindas que decís de mi manera de escribir sin acusar recibo que te estoy hablando a vos. Y la rueda sigue dando vueltas, y yo sigo postergando mirarte a la cara y decirte lo mismo que escribo. Postergando asumir cosas que creo podrían suceder y me da miedo afrontar. Porque la mujer maravilla que tanto me quiero creer que soy, también tiene un montón de miedos.

PD: TE AMO!

domingo, 6 de septiembre de 2009

MIRADAS BAJO LA LLUVIA

¿Cómo no enamorarse de una mujer con los ojos de Soledad Villamil?

Lo cierto de las películas esta en algunos de sus fragmentos. Partes totalmente intercambiables con nuestra propia realidad.

El secreto de sus ojos. ¿Y quien no los esconde detrás de una mirada? Cada ser tiene la dicha de mirar distinto. Soledad es única. Gigantes esferas verdes. Poción exacta entre derrota y esperanzada. Dulzura y lejanía. Reto a la destreza del ser humano por lo extraordinario.

Nunca vi a un hombre tan enamorado. Con tanto amor. Es como si se hubiese quedado en ese momento. Es como si no sintiera el roce de lo cotidiano, de lo aburrido.

La vida se postra ante esos fragmentos.

Las miradas. Las palabras. Los recuerdos. Las historias de amor que nunca jamás terminan bien. Como si uno no fuese parte. Como si uno estuviese actuando un guión que escribió otro. Y que ese otro sabe que el amor es la corporización de la pérdida de lo que no podemos alcanzar. Es la impotencia. Es el más fiel de los reflejos humanos. Es la derrota.

Sin embargo, ahí sigue Soledad. Con sus ojos. Con su mirada. Sin cerrar su historia conmigo.

Yo creo que no se anima adecirme que nunca me vio.

martes, 11 de agosto de 2009

Bailarina de cajita musical


No existen muchas personas que realmente admire. Solo unas pocas que pasaron por mi vida dejando algo importante, enseñándome algo, que me marcaron en algún aspecto. Personas reales, no personajes “famosos”. Una de ellas es quien hoy presentaré como mi “bailarina de cajita musical”. Una de esas personas que logran llevarse a la vida por delante y no que la vida las lleve por delante a ellas. Pocas como ella pueden dar cátedra en la materia.
Sin duda debe tener debilidades, momentos de frustración, impotencia, dolor; no deja de ser un ser humano. Pero ninguna de estas piedras son imposibilidades para ella. No existe fuerza más poderosa que la creencia que tiene en sí misma y la garra que le pone a todo. Envidiable fortaleza que muchas veces añoro.
Pasa cual cascabel por la vida de la gente, marca, se queda, no pasa desapercibida. Permanece en uno e ilumina el alma. Pisa el escenario fuerte, firme. Brilla.
“No me importa…” encabezaba las frases parada en el escenario tan inmenso y tan chiquito luego de desnudar su alma. Cuanto hay que tener para desnudarse entera frente a tanta gente hablando desde un lugar tan profundo, tan desprotegido. Me acuerdo y todavía se me eriza la piel. Me corren lágrimas por los cachetotes. Pero no es dolor, es admiración, es envidia sana de una persona que decidió ver el vaso lleno. Que disfruta de la vida, que no padece, enfrenta.
Mi queridísima bailarina de cajita musical, es un placer recorrer este camino juntas. Es un placer poder reencontrarnos de a ratos y poder vivir con vos el “disfrute de la vida”

viernes, 24 de julio de 2009

AUSENCIA

No podia mantener mi ausencia despues de lo de ayer.
Juro que busque tus ojos en los ojos de la ciudad. Llovia mucho. Pensé en vos y en esa otra persona de la que siempre hablamos, la ideal, la que me gustaria que fueras. Aunque esa es ya otra historia.

Después, aún bajo nuestra lluvia, trate de recordar cada objeto, cada color y hasta cada gota con el solo fin de no olvidar tu ausencia.

Y la mía.

lunes, 13 de julio de 2009

Buscando el equilibrio...


Fragmento del libro “Once minutos” de Paulo Coelho
Del diario de María, dos días después que todo volvió a la normalidad:
La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.
Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.
Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabó destruyéndolo todo.
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, cual de las dos actitudes es la menos destructiva?. No sé.

No me importa reconocer que soy ferviente admiradora de los libros de Paulo Coelho. Autoayuda. De eso me parece que se trata todo. De ayudarse. Por eso se empieza, solo tiene que ver con nuestras ganas de ayudarnos. Difícilmente podamos recurrir a alguien más si no tenemos la capacidad de ayudarnos y enfrentarnos a nuestras cosas nosotros mismos primero. Pero eso no fue lo que me llamó la atención de este fragmento de “Once minutos”, que me encuentro releyendo después de algunos años.

Lo que mas me llamó la atención en este caso es lo contradictorios que pueden ser los sentimientos o las reacciones en relación a una misma cosa. “… si fuéramos todos iguales seria aburrido, no?...” me recordaban hace unos días. Claro que coincido con lo aburrido que sería todo si fuéramos iguales, pero en algunos casos me cuesta entenderlo más que en otros. Como una persona se puede “rehusar” a vivir una sensación así? Cuantas cosas pueden pesar para que alguien no se permita disfrutarlo? Cuan grande es tu mochila que no dejas esas sensaciones te alivianen el peso?

Considero que la definición de “María” es algo extremista. Me parece que el equilibrio entre “Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella…” sería casi una ecuación perfecta sin necesidad de destruir ninguna esencia o alma perdida de este universo.

Puedo entender que sea difícil enfrentarse a situaciones dolorosas, a duelos, a fracasos, pero impedirse vivir algo por miedo a que terminen así? No. El “éxito” y el “fracaso” juegan con las mismas chances en las situaciones de la vida. Nunca tenemos la certeza de tener éxito o la seguridad que algo va a salir mal. Siempre corremos un riesgo. Y no enfrentándolo solo logramos una carga en nuestras mochilas. De esas que te dejan con sabor amargo y en un futuro nos terminan dejando con la incógnita: “que hubieses pasado si …?”

"Las decisiones del corazón no se toman con la cabeza"


lunes, 6 de julio de 2009

Secreto

¿Escribir con sentido abstracto (paradoja del lenguaje) es una virtud o simplemente la prueba irrefutable de que no estamos dispuestos a hacernos cargo ni siquiera de nuestras propias palabras?

Recuerdo

Receso.
Todavía recuerdo la forma tan particular de vestirse. La mirada perdida entre el espejo y el viejo ropero.
Soliamos tomar mate por la mañana. Normalmente no teniamos tiepo para otra cosa.
Las mañanas son como períodos de adaptación entre lo particular de la noche y lo general de la vida.

miércoles, 17 de junio de 2009

EL.


La primera vez que fui tenía seis años. Dudo que en ese entonces me haya detenido a pensar cuantas veces volvería a estar ahí. Cientas, no recuerdo cuantas exactamente. Al principio solo éramos dos. Primaba la inocencia, la picardía, la ilusión y la esperanza solo estaba puesta en las hamburguesas con papas fritas que íbamos a comer al mediodía. Después fueron “asaltos”, cumpleaños, despedidas. Con el tiempo, las vueltas de la vida, encuentros y desencuentros llegamos a ser siete. No dejaba de ser importante el alimento pero paso a segundo plano. Velas, almohadones y agregados especiales le fueron dando con el tiempo el toque que lo hacia de a poco cada vez mas nuestro.

No me acuerdo como fue, pero ese lugar se convirtió en un templo testigo silencioso de más cosas de las que me atrevería a delatar. Literalmente las vivió todas con nosotras. Nos vio llorar, nos permitió hablar, nos abrazo aun cuando no salían las lagrimas, fue cómplice de “locuras” y embriagues de alegría; y de retrocesos constantes a nuestra infancia.

El quincho en realidad somos las siete. Sin nosotras solo sería un ambiente más de la casa de alguien. Cada una, de alguna manera, en algún momento lo hizo suyo. Lo hicimos nuestro. La capacidad que tuvimos de perdurar a pesar de todo le dio tanto valor. Compartir esa cantidad innumerable de situaciones y sentimientos y de mantener nuestro lazo tan fortalecido lo convirtió en nuestro templo.

Tropezamos, sumamos, restamos, pero siempre pudimos contar con las otras seis.

Hoy estamos a punto de convertirnos en 8. La dueña “legal” de ese lugar va a ser mamá y sus seis hermanas elegidas seremos tías. Es un placer pertenecer a las siete, tener a esta especial y elegida familia que esta, a pesar de todo. Las amo.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Estatuas vivientes…


Así siento que muchas veces nos comportamos. Como estatuas vivientes. Aunque que lo de “vivientes” es relativo. Nos paramos inmóviles como esos personajes de calle Florida que miran la gente pasar. Así. Dejando que las cosas pasen, que las situaciones ocurran. Vemos todo como una película que se proyecta frente a nosotros, haciéndonos ajenos de lo que en realidad es nuestro.

Hay situaciones en la vida que nos dejan así. Que aparecen cuando no las esperábamos, o que nos duelen más de lo pensado, o tal vez nos afectan más de lo creído. Es como si tuviéramos la capacidad de poner “pause”, pero solo es una sensación porque el entorno sigue en “play” y cuando nos damos cuenta de lo ocurrido creemos que alguien apretó “forward” y nos perdimos una parte importante. Tal vez solo sea una escena pero que puede repercutir en toda la película.

Nos acostumbramos a ese estado. Nos sentamos a esperar que de alguna manera milagrosa las cosas pasen, sanen. Deseamos desesperadamente que el tiempo transcurra, que por fin haya terminado esa escena de nuestras vidas en la que nos encontramos inmersos sin poder salir. Dejamos que las cosas sucedan creyendo que es más fácil así. Pero no, fácil no es caminar por estos senderos. Fácil no es asumir que solo nosotros somos dueños del control remoto.
En esta película no esta permitido el “zapping”, no podemos cambiar de canal hasta que pasen las partes desagradables, las aburridas, las tristes, las vergonzosas. Solo queda hacerse cargo que somos nosotros los directores, los autores de esta película basada en hechos reales.

jueves, 7 de mayo de 2009

A tropezar se ha dicho!


Piedras. Las hay de todos colores y formas. Tropezar con ellas? Una, dos, cientos de veces me tope con lo mismo y creo que puedo tropezarme mil mas. Pero, en general, logro sacar algo positivo. De eso se trata me parece. De sacarle siempre lo que mejor nos pueda ser útil para lo que sigue, para las próximas piedras o para los próximos triunfos.

Pero que pasa cuando vemos que alguien que queremos se va a tropezar con una de esas malditas piedras conocidas? Es inevitable tratar de “alertar” cuando vemos que se avecina algo que ya conocemos. Tratar de cuidar a la persona que queremos para que no sufra lo que nosotros ya pasamos. De esa manera no dolería tanto, no costaría tanto, no seria tan difícil. Pero el precio podría ser mas caro aun, no haber aprendido nada y haber “zafado” del golpe, de lo difícil.

“Que fácil es decirlo, para vos que estas afuera!”; “A vos porque no te pasa”… Me haya pasado, o no, siempre que trato de “prevenir” a alguien es para protegerlo, sin darme cuenta que tal vez solo puedo mostrarle el camino pero no sacarle la piedra del medio.

Me tomo el tiempo de reflexionar y concluyo en que lo mejor es sentarme al lado del camino, caminar al lado, seguirlo, pero no detenerlo ni tratar de impedir que pase por el camino de ripio porque en vez de ayudarlo estaría perjudicándolo.

Si te golpeas no dudes en contar con esta poca experimentada pero algo golpeada compañía. Y si triunfas no dejes de avisarme para que celebremos juntos.

jueves, 23 de abril de 2009

Péguele una patada a su mochila…


Que complicado es arriesgarse a veces. Cuantas cosas pasan por nuestra cabeza cuando llega el momento de decidir. Pero cuan riesgoso es permitir que esos miedos, esa avalancha de ideas, prejuicios, “modelos”, emociones, sensaciones; nos frenen a poder seguir avanzando? Cuanto pesan? Cuanto estamos dispuestos a resignar por el miedo a fallar, a conocer lo desconocido, a decepcionar a otros aun cuando nos decepcionemos a nosotros mismos, a arrepentirse?

Nunca me voy a olvidar de una frase que decía mas o menos así: “Las oportunidades a veces se dan a destiempo y vos tuviste la suerte de saberla aprovechar.” Me lo dijo una vez un jefe cuando le comunicaba la noticia de mi renuncia. Una de las primeras veces que decidía abandonar lo seguro para aventurarme a lo desconocido. Desde ese momento cuando me embarco en una nueva aventura no dejo de recordarla. Siempre arranco con mucha pila, casi tanta como el miedo que me genera lo nuevo, lo desconocido.

Siempre resignamos, pero como sabemos que podemos ganar sino nos animamos a arriesgar? Solo es cuestión de cerrar los ojos y saltar. No es fácil, no lo escribo y me resulta sencillo asimilarlo. Solo estoy segura que cuando logramos sacarnos la mochila y decidir avanzar sin tanto peso en nuestras espaldas podemos triunfar.

Los riesgos son muchos, siempre existe un 50% y un 50% de posibilidades. De nosotros depende aumentar el porcentaje que nos interese. Cada uno es responsable del éxito o el fracaso de nuestros actos y hacerse cargo de lo que resignamos, de valorar lo que podemos ganar, de temer a equivocarnos y de ser concientes que un paso en falso no es determinante. Todos, sin excepción alguna, estamos a tiempo de “poner primera”. Y en este tablero que es la vida no es de perdedor retroceder algunos casilleros.

Hoy logre que mi dado sacara seis y decido poner primera, arrancar y seguir escribiendo MI propia aventura.

viernes, 10 de abril de 2009

INVISIBLE


Increiblemente, uno se empieza a desmovilizar.
La efervecencia se evapora, se empiezan a notar las patas de gallo, las marcas que el tiempo hace en el alma y en el comportamiento de las personas.

"Si 10 años despues te vuelvo a encontrar, no te olvides que soy distinto que ayer, pero casi igual"


Y que tan fuerte es ese casi...

Sin embargo, los días en que el corazón se pensó como si fuera el llanero solitario, se van terminando. Y no esta mal. Hay alli lugar para la ficción y lugar para la realidad. A veces se entremezclan, a veces es bueno dejarlo soñar y alejarse por la cintura cósmica del sur...

A veces.

Estos días volvi a escuchar un disco para escuchar especialemnte dos canciones. Y me termine enamorando de una tercera: Invisible.

De la movilización, me quedó el descubrimiento de la sencillez de esta canción.


Invisible
La alegría es invisible
La promesa de encontrarse es invisible
Invisible es el amor y la fuerza que me lleva hacia vos
Invisible la emoción que me invade al escuchar tu canción

Invisible
La pasión es invisible
El impulso no se compra es invisible
Una forma de pensar que talvez existe otra realidad
que no se puede tocar y es tan simple que es difícil de hallar

Pero vamos a hacer una flor de papel
regalarla a la luz de la mañana
Y regar el papel para verlo crecer
y su aroma invisible traerá calma

Invisible
Buenos Aires invisible
La poesía de Calvino es invisible
Invisible es el amor y la fuerza que me lleva hacia vos
Invisible la emoción que me invade al escucharte

Pero vamos a hacer una flor de papel
regalarla a la luz de la mañana
Y regar el papel para verlo crecer
y su aroma invisible traerá calma

Pablo Echaniz / 2006

Igual, me gustaría que la escuches.

lunes, 23 de marzo de 2009

Arrancar


Siempre digo que nada borraría de mi pasado. Por más doloroso que haya sido lo que haya acontecido, me enseño, crecí, es parte de mí, de lo que soy. Me hago cargo de mis tropezones porque también me hicieron quien soy y me ayudaron a llegar a donde llegue y siempre que “me los mande” fue porque lo sentía y sigo sin arrepentirme de ellos. De todos modos no existe un “Libro de la VIDA” que enseñe que pasos seguir para alcanzar lo que buscamos y ese es mi mejor y mayor problema.

Siempre es bueno descubrir y sorprenderse de lo que esta por venir, de lo que uno pasa sin que espere, sin que este escrito, lo nuevo, lo desconocido. Pero hay veces que uno sigue haciendo aquella cosa que sabe que “esta mal” o “que nos hace mal” y la vuelve a hacer o la hace sin medir consecuencias; “total, no hay un libro que me diga que hacer, no me pueden culpar”

No me pueden culpar? Nadie me iría a culpar. La frase correcta sería: “no me voy a culpar”. Si soy yo responsable de mis actos es porque, en principio, la que puede resultar perjudicada soy yo. No me voy a culpar por lo que me hice. Y una y otra vez vuelvo a caer tras la misma piedra.

Por eso, hay días como hoy, que me encantaría tener un librito que me de la pauta como seguir. Poner primera cuando uno se siente algo estancado no es siempre una tarea fácil y ese librito me daría una mano para seguir. Pero no existe, yo me encargué de escribirlo hasta ahora y soy yo quien tiene que seguir escribiéndolo.

El traje de mujer maravilla parece que hace tiempo lo deje en el ropero, lo saco de a ratos, me muestro de esa manera, algo violenta a veces. Parece que ahí debe quedar, guardado. Hoy tengo que empezar a ser yo. Aunque no tenga del todo claro como hacerlo. Hoy saco el pie del freno… pongo primera.

domingo, 1 de marzo de 2009

LLUVIA

Hoy en realidad iba a decir lo mal que me hace sentir que los que tienen que dar el ejemplo terminen pareciéndose a los que se parecen.
Mentiras, engaños, gritos para justificar la falta de lógica y razón, teatro del más barato, golpes al escritorio. Titularía con un "Palabras, mentiras y emperadores", parodiando a aquella película de similar impronta.
No resignaría ni una de mis oraciones. Sigo contrariado. El destino del que no sabe o a lo sumo, sabe de otra cosa, sigue siendo el de jefe. Imperdonables corazones mirando el acuerdo con el mayor de las traiciones acogotándolos cada vez más fuerte. Luego lo ya sabido... la morisqueta para el público cuando las palabras ya no resisten y se resquebrajan contra la más sincera de las opiniones.

Pero al final, decidí no contar todo esto. Decidí salir a caminar por mi barrio sólo en los momentos en que llovía. Dejando que las gotas se clavaran en mi ropa, dejando que alguien esperara mi mirada ausente, perdida, demasiado generosa, impostergable.

Bajo esa lluvia hice también mi recorrido por los proyectos, las pequeñas ambiciones y las miradas que alguna vez me gustaría cruzar.

Lluvia.
Lluvia de mi vida. Reflejo de mis actos.
Impulso de mis ideas, de mis amores.

jueves, 5 de febrero de 2009

Gr...

Grrr! Día raro. Mezcla rara de muchas sensaciones. Todas rodeando lo que fue. Melancolía. No se muy bien. Primero el sueño, después la secuencia en la playa en la carpas. También tiene que ver con estar lejos, “sola”, tranquila. Bajar un poco un cambio también tiene estas cosas. Espero que de todas maneras sean solo vestigios de dolor y no una angustia reprimida. Yo creo que esta todo sanado, pero los sueños como el de anoche me hacen tambalear mi estabilidad y me da algo de miedito que no sea real. Dejar de ir a lo de Graciela fue una decisión que tome y considero que fue lo mejor para por fin dejar cosas atrás y no revolver, pero siempre tengo la inseguridad de creer que tal ves fue una manera de escapar a lo que me estaba pasando o querer reconocer que algo todavía quedaba y que no estaba sanado.

Sanado. Se sana del todo? Se olvida? Se deja de sentir? Realmente creo que las cosas no debieron ser y que así esta bien o es solo un mecanismo de defensa para que no duela? Uno se acostumbra a la carencia de algo y aprende a vivir con eso o realmente pasa? Siempre tantos cuestionamientos dando vueltas. Cuando será el día que deje de decir que hay que disfrutar de la vida y realmente empiece a disfrutarla? Porque me cuesta tanto trabajar conmigo cuando se como deberían ser las cosas, como me gustaría que fuera? Es QUERER estar mejor… Siento la necesidad y las ganas. Pero porque surgen estos baches que me hacen dudar de todo lo que me costo construir? Será que el ser humano vive repletos de cuestionamientos? Será que tengo que aprender que hay preguntas sin respuestas? Eso es todo un desafío que me genera muchísimo “trabajo”. Como van a existir cuestionamientos sin respuesta¿? Como el hombre puede llegar a la luna y mandar una foto al instante y no poder responder porque el amor se termina?

Odio a mi maldito inconsciente, es eso lo que me esta dando vueltas? Porque a veces creo que lo entendí y por momentos salen esas señales del maldito para demostrarme que no es lo mismo decirlo que sentirlo? El no es para mi, yo ya no lo amo, el encontró a su “amor” y ahora estoy bien así. Dispuesta a empezar algo cuando aparezca el “aparente indicado”. Pero que me da vueltas?


En fin, parece que hoy me saco el disfraz de Mujer maravilla y juego a que hay cosas que pueden doler, que pueden removerse y que tal vez a veces es necesario sacarlo para que después no duela tanto.

Hoy soy solo yo!

martes, 20 de enero de 2009

Relajate y goza...

Siempre me hago preguntas similares... Como se llama lo que siento? Que somos? Que onda? Como defino a una persona que ocupa un lugar muy importante en mi pero que por algo no la denomino "amiga/o"? Que me anda pasando? Que significa para mi? A donde iremos a parar con "esto"? Que nos depara el destino? Y cientos mas...

Estas y muchas otras preguntas siempre generaron inquietud en mi, muchas veces las charle con amigas, otras tantas con la psicóloga y muchas otras veces dieron vueltas en mi cabeza hasta quitarme el sueño. Pero un día decidí dejar de ponerle nombre a las cosas o situaciones, de cuestionarme tanto y dejarme disfrutar.

Siempre uso el mismo ejemplo, se ve que fue el que me hizo entender. "Perdí tanto tiempo poniéndole nombre al perro que íbamos a tener, que nunca llegamos a tener uno." Es así, para que detenerme a cuestionarme tantas cosas si pueden sufrir tantos cambios que muchas veces no voy a poder manejar?

Hoy disfruto un poco mas, cuesta menejar mi ansiedad pero en definitiva eso ya es parte de mi, como espero sea algún día el disfrutar de las cosas.

No busques definición de las cosas amigo, cuando te des cuenta te dejo de pasar y no lo llegaste a disfrutar!

domingo, 18 de enero de 2009

SUEÑO

Se despertó abruptamente y me dijo:

"...soné con vos. Tuve un sueño erótico. Y además, tomábamos cocaína y tuco..."

Juro que me maravilló la capacidad de asociación, la belleza en la unión de las palabras, el tono y hasta la forma vaga y cierta de decir su sueño.

miércoles, 14 de enero de 2009

DEFINICION

¿Cómo se llama cuando después de ver a una persona dos o tres días no podes dejar de pensar en ella?
¿Cómo se llama cuando buscas comlicidad en sus palabras y no te dormís sino hasta estrellarte en sus ojos?
¿Cómo se llama cuando queres volver a verla y alguna extraña intuición te dice que a ella le pasa lo mismo?



Una pena que todo pudiese ser tan complicado...

miércoles, 7 de enero de 2009

Año nuevo, vida nueva? Si, quiero…

Y llegó el 01-01.Sabia que no era determinante pero decidí que lo fuera. Si quedaban “pendientes” desaparecieron como el almanaque 2008.

Arranque con todos los “rituales”, que se que no sirven de nada pero me divierte seguir a alguno de ellos. Me subí a una silla, para bajar con el pie derecho; brinde con una copa que tenia un anillo de oro; comí doce uvas; y prendí una vela amarilla (ultima incorporación a mi lista de rituales). Pero lo mas entretenido es cuando cada miembro de la familia escribe en uno de esos globos que vuelan sus deseos, es un momento bastante particular observar como los distintos miembros de la familia se toman tan “a pecho” los rituales y de verdad ponen esperanzas en cada uno de ellos.


Si tuviera que elegir un termino para definir mi 2008 es TRANSICION, me acomode. Pero el 2009 es DEFINICION. Arranco con muchísimas ganas de concretar muchas cosas, no siempre de gran importancia, pero estoy dispuesta y con muchas energías para cumplirlas. Espero poder cumplirlas. De todas maneras siempre tengo la posibilidad de “hacer borrón y cuenta nueva” y cambiarle el desarrollo a mi historieta…

lunes, 5 de enero de 2009

OBSESION

Dícese de una perturbación anímica producida por una idea fija.

Podría aquí incluir mi tendencia a enamorarme de una canción y repetirla mil veces en el auto.

Así pasaron María Gabriela Epumer (Sirena), Analia Sirio (Que baje), Los Piojos (bicho de ciudad), Claudia Sinesi (El cielo), Mavi Diaz (Baile en el cielo), Pablo Echaniz (Montevideo), Ines Saavedra (Imagenes cotidianas), Alika (Amiga), Kumbia Queers (La Isla con Chicas), Pablo Dacal (Amor es un monstruo), Juana Chang (Play Pausa), Flopa (Debajo del álbum blanco) y algunos otros.

Pero no es lo mismo a poner en un disco todas estas canciones. No sería lo mismo. Y volvería a mi la obsesión por escuchar una y mil veces uno de estos temas.

domingo, 4 de enero de 2009

ECLIPSE

Sigo esperando a la mujer que me regale un eclipse de luna.
No se donde esta. No se como se llama. No se si ya la he visto.
A veces no se si es bueno esperar o salir a buscarla.

¿Te imaginás? Un eclipse...

jueves, 1 de enero de 2009

ELEGIR

Que lindo arrancar el año sabiendo que aun queda gente que elige su propia aventura. A veces yo creo que soy parte de ese grupo, otras me siento el títere de un dios malo, enojado con nuestros propios errores.
Es bueno saber que uno puede enderezar el destino, cambiar de planes, preferir una palabra ó apagar la televisión. Es bueno saber quién esta del otro lado, es bueno ignorarlo a veces.
Es bueno sorprenderse, dejarse llevar, buscar el momento para sonreír. A veces es bueno voltear para llorar, y otras es bueno encontrar el hombro exacto que coincida con el relieve de nuestra cara, de nuestras lágrimas.
Que bueno es poder elegir escribir. Que bueno es el silencio cuando es escogido. Que bueno es imaginarnos en un lugar con lagos, con sombra, siendo testigos del abrazo del agua y las piedras. Que bueno es saber que ese es un lugar en donde podemos volver siempre. Es como una especie de refugio, de hotel perpetuo, de escondite intimo en donde mezclamos nuestros afectos, nuestras ideas, nuestros proyectos, nuestras tristezas.

A veces creo que deberíamos escribir sobre los controles de alcoholemia, las heridos por la pirotecnia y hasta de las guerras que le dan la bienvenida a otros humanos en el mismo momento en que nosotros levantamos las copas y nos llenamos de nueces y turrones.

¿La mirada distinta nos aleja? ¿Nos da respiro? ¿Nos permite una sutil evasión?

Nada de todo eso. A veces, creo, nos eleva. A veces, nos humaniza y nos iguala con el palestino que evita los bombardeos mientras va a almacén.

Me pregunto cuantas cosas podrá elegir. Me pregunto cuantas habrá elegido ya.

Me pregunto si yo puedo elegir o si todo lo que pasa es consecuencia de la elección de otros.
Y a veces pienso, y se que te lo dije, que solemos tener una mirada tan egocéntrica que siempre vemos nuestra propia película y tal vez, de vez en cuando, deberíamos desacelerar y dejar que seamos parte de la película de otro. Aquietarse, observar, permitirnos oír al otro, dejar que muestre sus sentimientos, sus propios milagros cotidianos.