jueves, 23 de abril de 2009

Péguele una patada a su mochila…


Que complicado es arriesgarse a veces. Cuantas cosas pasan por nuestra cabeza cuando llega el momento de decidir. Pero cuan riesgoso es permitir que esos miedos, esa avalancha de ideas, prejuicios, “modelos”, emociones, sensaciones; nos frenen a poder seguir avanzando? Cuanto pesan? Cuanto estamos dispuestos a resignar por el miedo a fallar, a conocer lo desconocido, a decepcionar a otros aun cuando nos decepcionemos a nosotros mismos, a arrepentirse?

Nunca me voy a olvidar de una frase que decía mas o menos así: “Las oportunidades a veces se dan a destiempo y vos tuviste la suerte de saberla aprovechar.” Me lo dijo una vez un jefe cuando le comunicaba la noticia de mi renuncia. Una de las primeras veces que decidía abandonar lo seguro para aventurarme a lo desconocido. Desde ese momento cuando me embarco en una nueva aventura no dejo de recordarla. Siempre arranco con mucha pila, casi tanta como el miedo que me genera lo nuevo, lo desconocido.

Siempre resignamos, pero como sabemos que podemos ganar sino nos animamos a arriesgar? Solo es cuestión de cerrar los ojos y saltar. No es fácil, no lo escribo y me resulta sencillo asimilarlo. Solo estoy segura que cuando logramos sacarnos la mochila y decidir avanzar sin tanto peso en nuestras espaldas podemos triunfar.

Los riesgos son muchos, siempre existe un 50% y un 50% de posibilidades. De nosotros depende aumentar el porcentaje que nos interese. Cada uno es responsable del éxito o el fracaso de nuestros actos y hacerse cargo de lo que resignamos, de valorar lo que podemos ganar, de temer a equivocarnos y de ser concientes que un paso en falso no es determinante. Todos, sin excepción alguna, estamos a tiempo de “poner primera”. Y en este tablero que es la vida no es de perdedor retroceder algunos casilleros.

Hoy logre que mi dado sacara seis y decido poner primera, arrancar y seguir escribiendo MI propia aventura.

No hay comentarios: