domingo, 5 de septiembre de 2010

Haz lo que yo digo…



El traje de mujer maravilla nunca lo encontré y lejos de generarme a alguna angustia me siento bien. Pero como sucede todo el tiempo, en el camino de cada una de estas rutas hay que remar. Y asumir cuando es “políticamente sano” dejar de hacerlo. Asumir que no siempre hay que esperar hasta que se hunda y no siempre duran las ganas de llegar a ese puerto. Y en definitiva hay cosas que nunca se pueden manejar y exceden nuestras capacidades de remo. Dicen que las algunas situaciones se velan en vida.


“Y la vida sigue y la esperanza es lo último que se pierde”, me dijo alguien una vez. Y yo siempre trato de seguir y seguir, de no frenar y seguir para adelante… Y predico entre los míos que siempre es mejor arrepentirse por haber hecho que por no haber hecho nada. Y después me golpeo la mano reprimiendo mis ganas de hacer las cosas y vivirlas. Evidentemente es más fácil decir que hacer. Y a veces me gustaría, por un ratito, ponerme el traje e ir en busca de aventura.
Alguien lo vio?

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