Lo que más me gusta de
las fotos es lo que me transmiten. Más allá del recuerdo en sí. Muchas veces
trato de retratar el momento que estoy viviendo, de mostrar un poquito lo que
los mis ojos “ven”. Muy pocas se plasma
realmente lo que uno llega a sentir.
Muchas otras, el flash casual logra transmitir muchas de las sensaciones
que se estaban viviendo. Creo que justamente porque no posamos para ellas, no
sabemos que alguien afuera está viendo lo que sucede.
Con ella tengo varias de esas fotos. De auto foto con zoom
exagerado, de flashes casuales, de retratos fieles del camino andado.
Yo no sé si en la foto
se llega a percibir, pero a mi me transmite muchísimo de lo que se estaba
diciendo en ese abrazo. Porque no hubo que decir nada, y estaba el pacto tácito
de que “donde estés, estaré”. De que mis pequeñitos brazos van a estar aún en
la distancia marcada por kilómetros. Ese abrazo hablaba de consuelo, de
entender el dolor, de sentirlo, de llorar de impotencia por no poder parar el
dolor del otro.
Hoy a unos kilómetros de distancia de esa foto, los bracitos
no cobijan dolor. Solo el placer enorme de haber vivido las transformaciones de
tu ser. Crecimos juntas. Y realmente se que crecimos. De este protagónico tuyo
en la película. De este Oscar, ganado por la dirección de tu propio éxito.
Brindo por muchos flashes casuales en nuestra vida AMIGA!
1 comentario:
Me hiciste llorar. Yo tmb amo esa foto y todo lo que representa, q es a nosotras básicamente. Como te dije hoy, gracias por sentir mi felicidad. Te amo siempre Cholita!
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