domingo, 4 de julio de 2010

LLAMADO A LA SOLIDARIDAD!!!


SE INTENTA DAR CON EL PARADERO DE MI DISFRAZ DE MUJER MARAVILLA. NO LO VEO HACE BASTANTE Y LA REALIDAD ES ABRUMADORA.
SE OFRECE RECOMPENZA POR MI CORAZA Y DISFRAZ DE OMNIPOTENTE.
COMUNICARSE EN EL SIGUIENTE CUADRO DE COMENTARIOS.

PD: SE BUSCA TAMBIEN UN TARRO DE SEGURIDAD EN MI MISMA.

domingo, 27 de junio de 2010

NACIMIENTO DEL SUEÑO

Anoche miraba una película de amor (no tan convencional, no tan sencilla de describir), en dónde uno de los protagonistas despide a su hija al apagar la luz de su habitación, con motivo de la llegada de la noche: “que tengas muchos sueños”.

En realidad, lo primero que me llamo la atención fue el que, en lugar de decirle que los sueños fuesen buenos o dulces, le deseaba que fueran muchos. Tal vez aquí, no sin prejuicio de mi parte, hemos omitido que los sueños son los “lindos” y las pesadillas, las “feas”.

Entiendo también que las asociaciones sean personales e irracionales, pero esto me llevó a pensar en que momento de la vida nos explican que son los sueños y de que manera. Y la verdad, es que no lo recuerdo.

Es decir, de chico me muestran algo de color rojo y me dicen “ROJO”. Asi, con la mayoría de las cosas. Con lo que implican los sueños, no recuerdo absolutamente nada.
No se cómo entendía lo que era soñar. No se si me contaron que me iba a pasar eso o yo conté algo que había “visto” mientras dormía y me dijeron como llamar esas experiencias.

Por otra parte, no se cuan preparados están los padres para explicar de que se trata eso cuando somos chicos, o cuantas herramientas tenemos para entender que es lo que sucede en esas circunstancias.

Uno de grande ya tiene el concepto incorporado. La poca gente con la que hable de esto, coincidía en el concepto o en la pésima memoria del momento exacto de esa iluminación. ¿Será que por algo nuestro cerebro lo esconde? ¿Será que nadie nos lo explica? ¿Será que alguien sueña, lo cuenta, y de allí incorporamos ese concepto?

Después vendrá la idea de los sueños vinculada a los proyectos, a las ilusiones. Pero eso será parte de otra historia.

miércoles, 23 de junio de 2010

1er PISO. Dpto:H



Apago la luz. Me meto en la cama. Doy un par de vueltas para calentar mi lugarcito y cierro los ojos. Bajo de quinta a primera, por primera vez en el día. Me quedo buscando el sueño. Abro los ojos, algo sorprendida. Acabo de caer en la cuenta que VIVO SOLA!

Una vocecita me dice: Ey flaca, si vos! VIVIS SOLA!!! What?!?!? Ah claro, no viene mamá a prender la luz y decirme hasta mañana, no escucho a papá desde su cuarto hablando con la televisión o el diario, la perra no esta rompiendo nada en la cocina. Me fui de casa.

Silencio. Me sentí chiquitita en una cama enorme. Respire hondo y sonreí. La cama ya no me parecía tan grande. Era mi cama. Yo la había elegido, la había decorado y ubicado en MI casita. Porque aunque sea un departamento para mi es mi CASA, camino a convertirse en mi HOGAR!

Mi nidito conmigo. Mi nidito con los míos. Mi proyecto. Mi cama. Mis escasos muebles. Mi mini TV. Mi mini heladera. Mi mini microondas. Mío, mío, mío, mío!!!!
Y me acuerdo cuando mi bella B. me dijo: No es fácil meter a tu vida en cajas. No, no es fácil. Pero es bueno saber que lo que viene después vale el embalar de lo pasado para desembalar presente.

miércoles, 14 de abril de 2010

Salir de atrás del monitor…


Me deje amarrar en sus redes. Me vi manteniendo conversaciones de horas, teniendo relaciones netamente por chat. Manteniéndome al tanto de la vida de la gente por fotos, comentarios, nick. Internet de apoderó de mi. Y la culpa es mía. Lo permití.

Pero cuando uno se da cuenta que ya ni se acuerda de lo que es recibir una carta, que cuando ve a una persona esta servido que “hoy es el día”, que esta todo “escrito” deja de tener gracia. Uno deja de desear encontrar a esa persona conectada para esperar que suene el teléfono y sea el. O sea esa amiga con la que solo hablo por msn, a la que ya no visito, con la que no tomo unos mates y solo me comunico por internet.
Uno empieza a desear que las cosas sean reales, verle la cara a la otra persona, irse a dormir sintiendo su perfume, sonreír y darse el lujo de sonrojarse realmente, de que se roce la piel y se te ponga la piel de gallina, que tu amiga te abrace como lo venís necesitando y con el emoticon no alcanza.
Hoy quiero desilusionarme porque tu foto de perfil no era todo lo que yo imaginaba, porque sos vos, porque las voces de las personas son algo que con el tiempo se olvidan pero vale la pena escucharlas, porque dejemos de escribir y hablemos. Porque decir es fácil pero actuar siempre cuesta un poco mas y vale la pena tener el coraje de hacerlo.

Hoy quiero salir de atrás del monitor…

miércoles, 17 de marzo de 2010

RETRATO

Ella es de las que ponen en el mismo estante a los dinosaurios y a los bichitos de luz. De las que aún son capaces de sorprenderse con el más mínimo detalle, con la más mínima cortesía.
Ella es de las que tiene el pelo duro como si fuera un árbol escapado de alguna película de Burton.
Ella canta. Dibuja en el aire la sensibilidad de su mirada. Recrea en mi pecho la sensación de invulnerabilidad, la capacidad de soñar.
Ella reconoce en un instante el aroma de un jazmín, la violencia de una rosa.

Nosotros, sin embargo, estamos dispuestos a olvidarnos su nombre y confundirla con otras cientos de mujeres que visitan nuestras vidas. Elegimos los silencios porque además de comodidad nos ofrecen la intimidad de las hojas, el cara a cara con nuestras miserias y con nuestros miedos.

Y entre todo esto, la rotonda de las mil opciones. Mis proyecciones, mis certezas y ahí, sin despegarse un segundo, mis inseguridades. Tal vez la felicidad sea el crear continuamente mundos paralelos en nuestra imaginación y pensarlos reales.

¿Una casa? ¿Un auto? ¿Mi título universitario?

“…Sentir... que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras, te busca y te nombra. Vivir... con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez...”

El tigre ruge cuando hay viento. (Por eso tal vez le encanta Necochea)

jueves, 4 de marzo de 2010

Mi psico depiladora



Como cada 15 días aproximadamente visito a mi depiladora. La maldita hoy me falló. La busque a la mañana y no estaba. A la noche tampoco. Ella me traiciono, yo también. La cambié. Para una mujer una depiladora es más que eso. Ellas ocupan un rol muy importante. Una deposita en ella demasiada confianza, demasiada intimidad. La persona a ser depilada se recuesta en su camilla y agotada después de una larga jornada laboral arranca con un monologo en el que descarga lo peor del día, de los últimos quince días.
Hablamos durante 2 horas reloj. Vale aclarar que lo prolongado de la sesión no se debió a mi cantidad de vello. Como era mi primera vez con ella no solo le conté de mi semana, sino que de toda mi vida, o por lo menos lo más relevante de los últimos meses. Y ella me conto de la suya.
Hoy conocía a Moni, una genia. Una guarra como yo. Una gordis pechugona con una onda increíble. Moni es divorciada, con dos hijos. Se “junto” con otro hombre hace 5 años y entre luchas de costumbres e innovaciones sexuales para mantener viva una llama que aparenta estar extinguida, a Moni se le llenan los ojos de lagrimas cuando reconoce que le cuesta tanto ponerle un final a su relación porque lo que siente por el sigue pesando mas.
Mi monologo fue bastante extenso pero en este caso logre permitirle hablar a mi interlocutora (en este caso, Moni) y compartimos temas varios. En su mayoría relacionados con el sexo opuesto. Moni me hizo dar cuenta que las inquietudes que tengo ahora nunca las voy a dejar de tener, el dilema de si los hombres son complicados o lo somos nosotras aun a los 50 años seguirá siendo EL dilema.
Como sea después de una jornada ardua de trabajo, conversaciones que me demostraron que tan clara no la tengo en algunos aspectos, la necesidad de cerrar historias que no tengo ganas de cerrar, es decir el disco rígido lleno por lo menos pude sacarme las cosas de encima. Reconocerlas es un gran paso. Ahora viene la peor parte que es hacerme cargo que esos “temitas” me pasan a mi y no a la protagonista de una peli y poner manos a la obra para alcanzar lo mas parecido al “equilibrio”.
Preste mi traje de super héroe (o heroína) y ahora no me queda otra que vestirme de mi misma e ir pa´ frenchi…
Creo que ahora entiendo porque Rosa me abandono. Al cabo que ni la quería Moni es mas copada.

martes, 9 de febrero de 2010

Uno de esos días...


Es uno de esos días que tengo ganas de caminar, aún con lluvia y frío. Caminar sin destino determinado pero caminar para que con cada paso se descargue un poco de todo eso que me abrumo hoy.
Es uno de esos días donde evito a la gente con el único fin de protegerlos de mi locura.
Es uno de esos días donde parece que la “mujer maravilla” dejo de ser el disfraz de cabecera para convertirse en el último atuendo que elegiría.
Es uno de esos días donde me gustaría dormir hasta despertarme y creer que solo fue un mal sueño.
Es uno de esos días en los que me reconfortaría solo un abrazo fuerte, fuerte, fuerte.
Es uno de esos días que no esperas que cambien y te roban una sonrisa.

15-07-09
(Lo escribí hace mucho, pero hoy tenia ganas de postearlo, tal vez porque no es uno de esos días y no necesito de esa sonrisa, no se...)

viernes, 22 de enero de 2010

Dificil no fijarse.

Me descubrí hablando de la soledad en una charla de msn perdida. Después, pensé si se trataba de temores. Después, me di cuenta de que no era eso.

Era el momento exacto en que notamos que nos estamos acostumbrando a la soledad. Una polaroid moderna y por eso no menos patética, miserable.


Vivir en soledad no sería tan trágico si no lo supiésemos, porque el saber genera aceptación, angustia, preocupación.

Me han dicho que soy un animal solitario. Me han dicho que me he acostumbrado a mis silencios, a mis espacios.

Me han dicho que me la paso pensando, construyendo relaciones entre las cosas, analizando, planificando cada minuto.

Que despreciable la civilización y el mundo entero si todo es así.

No se han dado cuenta (o no he sabido mostrarles) el tipo de corazón que llevo en el medio de mi pecho.

Estan acostumbrados a la roca y al metal, a la seguridad, al viento del tobogán en la cara. Yo digo que el vértigo es el resultado de la decisión imprevista, después de que lo previsto ha fallado o ha surgido algo más conveniente. Nadie concibe el vértigo aislado, el vértigo que se compra en tubos de ensayo.

Fijate, vos siempre fijate.

sábado, 2 de enero de 2010

Atrás quedó!!!


Arranque el calendario con pocas ganas y algo anticipado para mi gusto. En un parpadeo quedó atrás un nuevo mas. Me dijeron que a medida que fuera creciendo los años iban a pasar cada vez mas rápido, nunca pensé que tanto. Nunca pensé que eran tan específico esto de que la vida es corta, o por lo menos aparenta serlo.

En un año, 365 días, 8760 horas, 525.600 minutos o 31.536.000 segundo, como haga menos ruido decirlo; pasaron un sin fin de cosas que a penas puedo asimilar. No tuve tiempo de darme cuenta que pasaron pero ya son parte de los activos de mi vida.

Un pequeño que con su llegada no hizo mas que mimar el alma; nuevos amigos; raros personajes; lazos que se fueron fortaleciendo; éxitos y cambios impensados; lágrimas y tropiezos que no hicieron mas que fortalecer y reafirmar lo andado. Mimos al alma y algunos raspones que hicieron de este año que pasó no fuese uno más. Como diría un amigo “todo suma”.

Cansada, algo saturada, un poquito limada; nada que tirando el almanaque de 2009 y estrenando uno nuevo no quede atrás. Todo valió la pena, todo sumó y acá me encuentro empezando otro año con más pilas de las que imaginaba y con muchas ganas de seguir sorprendiéndome. . . Reafirmando una vez más que las cosas que cuestan tienen un gustito especial; sabiendo que remar no solo saca buenos brazos y pretendiendo disfrutar de las cosas siempre un poco más para que no pasen desapercibidas.

Chau 2009, Bienvenido 2010!

sábado, 12 de diciembre de 2009

ELECCIONES

Hace pocos días tuve una cena de fin de año. Algo simple, sencillo. La empresa en cuestión es casi personal.
Estaban el dueño y su esposa, una programadora, un capacitador y yo.

Como en toda charla en donde los participantes no se conocen demasiado, se buscaban coincidencias saltando de tema en tema. Uno de ellos, la música que escuchamos, sembró algunas formas en mi manera de relacionarme con ella.

Todos decían sus predilecciones. Metallica, Almafuerte, Marley, etc. Salvo la programadora, que decía no escuchar música y tal vez merecería un capitulo aparte, todos aportaban sus elecciones, a veces, con extrañas relaciones entre las bandas y las edades de cada uno.

Juro que al llegar mi turno, me sentí, al menos, incómodo. Y no porque no escuche música o no pueda hablar de ella con algo de propiedad, o porque no tuviese predilectos. Justamente, el problema fue que hay tantos, y tan buenos, que era sumamente injusto mencionar a dos o tres. Incluso pensé en distintos géneros. Pensé en jazz, pero hablar de jazz implicaba, posiblemente, traer alguna rareza a una mesa que apetecía una charla pasajera. Pensé en tango y folclore, pero si decía eso debía decir que no hablaba de los representantes más clásicos, sino de fusiones o cuestiones más libres. Mencionar a un Goyeneche, a un Sosa, es cómo decir que Maradona es Maradona.
Después pensé en pop o en rock. Pero son tantas las líneas musicales que se entrecruzan, que una elección sencilla hubiese podido desatar una discusión atroz en esa mesa sembrada de pizzas con rúcula y provolone.
Y luego, claro, mis tan queridos tesoros. Esas músicas que no son tan conocidas, que son algo particulares, que me guardo para mi y de vez en cuando las comparto en una maratónica noche con alguno de mis oídos amigos. Pero eso hubiese generado caras de asombro, de curiosidad y hasta de preocupación.

Dije, entonces, Juana Molina.

Claro que, mas allá de que la música de Juana me parece fabulosa, no era tal vez la opción que mejor representaba “la música que escucho”. Y eso me valió tener que explicar que hablaba de la misma mujer que hasta hace unos años era prisionera de la pantalla chica, junto a sus hermanas. Y que, además, ya había grabado cinco discos y había sido telonera de Bowie.

Por suerte para todos, llegó otra pizza, esta vez de morrones y jamón, y la charla se disparó para otro lado.

¿A DONDE VAS?

Podría escribir, esta noche, cientas de páginas acerca de lo miserable.

Podría pedirle a mi cuerpo la huella exacta del dolor para exponerla en museos, bibliotecas o pastelerías.

Podría contar detalladamente lo que piensa cada una de las lágrimas que se queda en el puerta de los ojos, en el fondo del corazón.

Podría tantas cosas, y sin embargo el mundo se paraliza, se queda quieto, observa, acusa, saca cuentas, mide, debate, justifica, explica, remienda, se aburre.

Después suena Coty, y nada pasa por el cerebro para enfriar las cosas.

A donde vas sigue siendo un tobogán al llanto.

No se si va directo al momento de tristeza, si es mi himno personal de fracasos,

si funciona como analogía entre mis derrotas afectivas o si sólo es la canción que abre la puerta de los mares.

Suena, y lloro.

Lloro y no puedo detenerme.

Pienso. Y seguro ahí complico las cosas. Pero pienso.

Busco, extraño, siento a Jack tratando de explicarme y hasta lo voy entendiendo.

Pero después pienso de nuevo. Y lloro.

De a poco, me envuelvo en mi caparazón,

Y me convenzo de que no fui planeado para ser feliz

.

Miro todas las películas de antihéroes. Miro en especial esas en donde los chicos que lucen bien en el fondo son los más grandes perdedores. Me veo.

Después, confío en mi autosuficiencia para vencerlo todo, y, con armadura y escudo, salgo de nuevo.

¡Cómo me gustaría que me entiendan, carajo!

martes, 10 de noviembre de 2009


Cuando me pongo a reflexionar en esto que me pasa me acuerdo algo que me dijeron mis papas cuando era chica: “Este cajón no se puede abrir, hay cosas de grandes” ERROR!!! Como me van a decir eso? Justo a mi! Por días no veía la hora que se fueran y me dejaran sola en casa un par de minutos para poder abrir el cajón. Se me pasaron muchísimas cosas por mi ingenua cabecita hasta que por fin lo abrí. Mi cara de decepción cuando vi esa caja inmensa de preservativos es imposible de reproducir. Más que nada porque era esa época donde creía que papá y mamá no tenían sexo y que mi hermana y yo habíamos nacido de un repollo. En el fondo sabia que no tenia que abrir el cajón y sabia que no iba a estar bueno ver eso, pero lo abrí. La triste realidad de que mis padres tenían sexo y que lo hacían a metros de mi cuarto era algo que no podía contemplar. En determinadas etapas de la vida creemos que nuestros padres son seres asexuados, creer que tuvieron sexo solo para concebirnos a nosotros y nuestros hermanos es una realidad que creamos en nuestras cabezas para poder convivir con ellos a metros de ese cuarto. Malditos cochinos! En fin, este no era el tema.

El tema es entender porque aun sabiendo que nos vamos a enfrentar a una realidad que no esta buena decidimos arriesgarnos. Porque tropezar una vez, dos, tres, capaz diez veces con la misma piedra puede ser una manera de entender la “lección” pero vivir tropezando con cada piedra que encontramos en el camino ya creo que es una elección de vida.

Será que aun sabiendo que va a doler, que vamos a sufrir, que no va a estar tan bueno decidimos enfrentarlo? Será que tal vez creemos que podemos cambiar la historia? Total, como no hay libros de la vida, como nadie tiene la receta exacta y como la suerte evidentemente no esta echada podemos dar un batacazo y cambiar la historia? Capaz cambiar la historia y pegarle una patada a esa piedra?

Estoy convencida que después de tanto tropezón va a existir un mimo que compense tanta caída!

domingo, 25 de octubre de 2009

PETALO DE SAL

Furioso pétalo de sal
La misma calle, el mismo bar.
Nada te importa en la ciudad si nadie espera.

Furioso, salvaje, distinto, maravilloso. Yo te espero.

jueves, 22 de octubre de 2009

OBSESIONES COTIDIANAS

Debo reconocer que mientras voy por la calle caminando, últimamente, no puedo dejar de observar dos cosas en las mujeres con las que me cruzo: por un lado, sus ojos y en especial, la forma en que miran. Por otro, sus manos, y en especial, si llevan o no cigarrillos en ellas.

lunes, 19 de octubre de 2009

IMAGEN

Imagen.
Eso es lo que sos para mí. Más allá de nuestras charlas bohemias, de nuestras coincidencias, de nuestras palabras y preguntas. Más allá del hombro sugerido en la más noble de las sutilezas, sos imagen.
Imagen que inspira, que da detalles, que sugiere. Imagen que moviliza, que despetrifica. Imagen que deposita en uno mismo las ganas de hacer una película para que el secreto no lo guarde solo un par de retinas.
Imagen que ensucia la poca información que tengo de vos. Imagen que se presta a las mil historias, a las mil aventuras. Imagen que atraviesa el desconsuelo para dejar entrar en mi vida un poco de claridad, de esperanza. Imagen. Tu imagen desdibujada en el llanto, fortaleciendo rasgos, actitudes, huevos. Tu mirada atravesando el tiempo que nos divide. Tu imagen desdoblada como si fueras no sólo el olor a río con el que te recuerdo.
Imagen de mis canciones, de mis escritos. Imagen idealizada en el anonimato de nuestro desconocimiento. Imagen anónima del deseo de conocerte, de saber la fecha de tu cumpleaños. Imagen distraída, devaluada, casi casi, imagen de casualidad. Imagen de mi vida, de mis lagos y de mis bosques. Imagen de mis sueños más extraños, referente de mis pesadillas. Imagen de mi norte, imagen de mi fe creadora.

Imagen.
Cuando abro los ojos y te busco entre las fotos de mi vida.

martes, 8 de septiembre de 2009



Es difícil creer que una persona con tanta facilidad de palabra como yo tenga tanta necesidad de expresar algo y no saber como hacerlo. Debe tener que ver con tener tantas cosas en la cabeza y que traten de salir como por un embudo. Pero hoy tengo necesidad de sacar un poquito de todo eso y trataré de hacerlo con la mayor claridad posible.

Termino de ver una de las películas de amor que mas lagrimas me hizo derramar y creo que vuelvo a ver una y otra vez cuando tengo necesidad de desahogarme. Y hoy necesitaba sacar un poquito de la impotencia que me genera no poder decirle todo lo que siento. Pero acá “la juego de local” y me siento con la licencia y hasta un poquito de impunidad para hacerlo.

Se trata de amor. Tiene que ver con sentir un montón de cosas que me parece que no se pueden describir con palabras, no por lo menos conocidas. No es difícil entender porque algo tan fuerte no se puede describir, solo sentir. Y también creo que no existe sentimiento mas lindo y que llene tanto el alma como ese.

Después de mi primer gran desilusión amorosa siento que tuve muchos “manotazos de ahogado”. Pretender ocupar espacios que creía vacíos, llevar mi mente hasta algún lugar donde la angustia no tuviera la posibilidad de entrar, entretenerme. Con el tiempo entendí que no podía elegir de quien enamorarme ni a quien meter en ese “espacio vacío”.

Un día, cuando aun trataba de tapar baches, sin darme cuenta y sin buscar que sucediera, pasó. No puedo decir que encontré al amor de mi vida, creo que tampoco tengo ganas de ponerle titulo a nada ni nadie. Solo se que ese montón de cosas que me genera y no puedo explicar se llama “amor”.

Y hoy, como tantas veces lo hice, te vuelvo a escribir a vos. De seguro se te compliquen las frases largas y cuando termines de leer me digas todas esas cosas lindas que decís de mi manera de escribir sin acusar recibo que te estoy hablando a vos. Y la rueda sigue dando vueltas, y yo sigo postergando mirarte a la cara y decirte lo mismo que escribo. Postergando asumir cosas que creo podrían suceder y me da miedo afrontar. Porque la mujer maravilla que tanto me quiero creer que soy, también tiene un montón de miedos.

PD: TE AMO!

domingo, 6 de septiembre de 2009

MIRADAS BAJO LA LLUVIA

¿Cómo no enamorarse de una mujer con los ojos de Soledad Villamil?

Lo cierto de las películas esta en algunos de sus fragmentos. Partes totalmente intercambiables con nuestra propia realidad.

El secreto de sus ojos. ¿Y quien no los esconde detrás de una mirada? Cada ser tiene la dicha de mirar distinto. Soledad es única. Gigantes esferas verdes. Poción exacta entre derrota y esperanzada. Dulzura y lejanía. Reto a la destreza del ser humano por lo extraordinario.

Nunca vi a un hombre tan enamorado. Con tanto amor. Es como si se hubiese quedado en ese momento. Es como si no sintiera el roce de lo cotidiano, de lo aburrido.

La vida se postra ante esos fragmentos.

Las miradas. Las palabras. Los recuerdos. Las historias de amor que nunca jamás terminan bien. Como si uno no fuese parte. Como si uno estuviese actuando un guión que escribió otro. Y que ese otro sabe que el amor es la corporización de la pérdida de lo que no podemos alcanzar. Es la impotencia. Es el más fiel de los reflejos humanos. Es la derrota.

Sin embargo, ahí sigue Soledad. Con sus ojos. Con su mirada. Sin cerrar su historia conmigo.

Yo creo que no se anima adecirme que nunca me vio.

martes, 11 de agosto de 2009

Bailarina de cajita musical


No existen muchas personas que realmente admire. Solo unas pocas que pasaron por mi vida dejando algo importante, enseñándome algo, que me marcaron en algún aspecto. Personas reales, no personajes “famosos”. Una de ellas es quien hoy presentaré como mi “bailarina de cajita musical”. Una de esas personas que logran llevarse a la vida por delante y no que la vida las lleve por delante a ellas. Pocas como ella pueden dar cátedra en la materia.
Sin duda debe tener debilidades, momentos de frustración, impotencia, dolor; no deja de ser un ser humano. Pero ninguna de estas piedras son imposibilidades para ella. No existe fuerza más poderosa que la creencia que tiene en sí misma y la garra que le pone a todo. Envidiable fortaleza que muchas veces añoro.
Pasa cual cascabel por la vida de la gente, marca, se queda, no pasa desapercibida. Permanece en uno e ilumina el alma. Pisa el escenario fuerte, firme. Brilla.
“No me importa…” encabezaba las frases parada en el escenario tan inmenso y tan chiquito luego de desnudar su alma. Cuanto hay que tener para desnudarse entera frente a tanta gente hablando desde un lugar tan profundo, tan desprotegido. Me acuerdo y todavía se me eriza la piel. Me corren lágrimas por los cachetotes. Pero no es dolor, es admiración, es envidia sana de una persona que decidió ver el vaso lleno. Que disfruta de la vida, que no padece, enfrenta.
Mi queridísima bailarina de cajita musical, es un placer recorrer este camino juntas. Es un placer poder reencontrarnos de a ratos y poder vivir con vos el “disfrute de la vida”

viernes, 24 de julio de 2009

AUSENCIA

No podia mantener mi ausencia despues de lo de ayer.
Juro que busque tus ojos en los ojos de la ciudad. Llovia mucho. Pensé en vos y en esa otra persona de la que siempre hablamos, la ideal, la que me gustaria que fueras. Aunque esa es ya otra historia.

Después, aún bajo nuestra lluvia, trate de recordar cada objeto, cada color y hasta cada gota con el solo fin de no olvidar tu ausencia.

Y la mía.

lunes, 13 de julio de 2009

Buscando el equilibrio...


Fragmento del libro “Once minutos” de Paulo Coelho
Del diario de María, dos días después que todo volvió a la normalidad:
La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.
Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.
Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabó destruyéndolo todo.
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, cual de las dos actitudes es la menos destructiva?. No sé.

No me importa reconocer que soy ferviente admiradora de los libros de Paulo Coelho. Autoayuda. De eso me parece que se trata todo. De ayudarse. Por eso se empieza, solo tiene que ver con nuestras ganas de ayudarnos. Difícilmente podamos recurrir a alguien más si no tenemos la capacidad de ayudarnos y enfrentarnos a nuestras cosas nosotros mismos primero. Pero eso no fue lo que me llamó la atención de este fragmento de “Once minutos”, que me encuentro releyendo después de algunos años.

Lo que mas me llamó la atención en este caso es lo contradictorios que pueden ser los sentimientos o las reacciones en relación a una misma cosa. “… si fuéramos todos iguales seria aburrido, no?...” me recordaban hace unos días. Claro que coincido con lo aburrido que sería todo si fuéramos iguales, pero en algunos casos me cuesta entenderlo más que en otros. Como una persona se puede “rehusar” a vivir una sensación así? Cuantas cosas pueden pesar para que alguien no se permita disfrutarlo? Cuan grande es tu mochila que no dejas esas sensaciones te alivianen el peso?

Considero que la definición de “María” es algo extremista. Me parece que el equilibrio entre “Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella…” sería casi una ecuación perfecta sin necesidad de destruir ninguna esencia o alma perdida de este universo.

Puedo entender que sea difícil enfrentarse a situaciones dolorosas, a duelos, a fracasos, pero impedirse vivir algo por miedo a que terminen así? No. El “éxito” y el “fracaso” juegan con las mismas chances en las situaciones de la vida. Nunca tenemos la certeza de tener éxito o la seguridad que algo va a salir mal. Siempre corremos un riesgo. Y no enfrentándolo solo logramos una carga en nuestras mochilas. De esas que te dejan con sabor amargo y en un futuro nos terminan dejando con la incógnita: “que hubieses pasado si …?”

"Las decisiones del corazón no se toman con la cabeza"


lunes, 6 de julio de 2009

Secreto

¿Escribir con sentido abstracto (paradoja del lenguaje) es una virtud o simplemente la prueba irrefutable de que no estamos dispuestos a hacernos cargo ni siquiera de nuestras propias palabras?

Recuerdo

Receso.
Todavía recuerdo la forma tan particular de vestirse. La mirada perdida entre el espejo y el viejo ropero.
Soliamos tomar mate por la mañana. Normalmente no teniamos tiepo para otra cosa.
Las mañanas son como períodos de adaptación entre lo particular de la noche y lo general de la vida.

miércoles, 17 de junio de 2009

EL.


La primera vez que fui tenía seis años. Dudo que en ese entonces me haya detenido a pensar cuantas veces volvería a estar ahí. Cientas, no recuerdo cuantas exactamente. Al principio solo éramos dos. Primaba la inocencia, la picardía, la ilusión y la esperanza solo estaba puesta en las hamburguesas con papas fritas que íbamos a comer al mediodía. Después fueron “asaltos”, cumpleaños, despedidas. Con el tiempo, las vueltas de la vida, encuentros y desencuentros llegamos a ser siete. No dejaba de ser importante el alimento pero paso a segundo plano. Velas, almohadones y agregados especiales le fueron dando con el tiempo el toque que lo hacia de a poco cada vez mas nuestro.

No me acuerdo como fue, pero ese lugar se convirtió en un templo testigo silencioso de más cosas de las que me atrevería a delatar. Literalmente las vivió todas con nosotras. Nos vio llorar, nos permitió hablar, nos abrazo aun cuando no salían las lagrimas, fue cómplice de “locuras” y embriagues de alegría; y de retrocesos constantes a nuestra infancia.

El quincho en realidad somos las siete. Sin nosotras solo sería un ambiente más de la casa de alguien. Cada una, de alguna manera, en algún momento lo hizo suyo. Lo hicimos nuestro. La capacidad que tuvimos de perdurar a pesar de todo le dio tanto valor. Compartir esa cantidad innumerable de situaciones y sentimientos y de mantener nuestro lazo tan fortalecido lo convirtió en nuestro templo.

Tropezamos, sumamos, restamos, pero siempre pudimos contar con las otras seis.

Hoy estamos a punto de convertirnos en 8. La dueña “legal” de ese lugar va a ser mamá y sus seis hermanas elegidas seremos tías. Es un placer pertenecer a las siete, tener a esta especial y elegida familia que esta, a pesar de todo. Las amo.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Estatuas vivientes…


Así siento que muchas veces nos comportamos. Como estatuas vivientes. Aunque que lo de “vivientes” es relativo. Nos paramos inmóviles como esos personajes de calle Florida que miran la gente pasar. Así. Dejando que las cosas pasen, que las situaciones ocurran. Vemos todo como una película que se proyecta frente a nosotros, haciéndonos ajenos de lo que en realidad es nuestro.

Hay situaciones en la vida que nos dejan así. Que aparecen cuando no las esperábamos, o que nos duelen más de lo pensado, o tal vez nos afectan más de lo creído. Es como si tuviéramos la capacidad de poner “pause”, pero solo es una sensación porque el entorno sigue en “play” y cuando nos damos cuenta de lo ocurrido creemos que alguien apretó “forward” y nos perdimos una parte importante. Tal vez solo sea una escena pero que puede repercutir en toda la película.

Nos acostumbramos a ese estado. Nos sentamos a esperar que de alguna manera milagrosa las cosas pasen, sanen. Deseamos desesperadamente que el tiempo transcurra, que por fin haya terminado esa escena de nuestras vidas en la que nos encontramos inmersos sin poder salir. Dejamos que las cosas sucedan creyendo que es más fácil así. Pero no, fácil no es caminar por estos senderos. Fácil no es asumir que solo nosotros somos dueños del control remoto.
En esta película no esta permitido el “zapping”, no podemos cambiar de canal hasta que pasen las partes desagradables, las aburridas, las tristes, las vergonzosas. Solo queda hacerse cargo que somos nosotros los directores, los autores de esta película basada en hechos reales.

jueves, 7 de mayo de 2009

A tropezar se ha dicho!


Piedras. Las hay de todos colores y formas. Tropezar con ellas? Una, dos, cientos de veces me tope con lo mismo y creo que puedo tropezarme mil mas. Pero, en general, logro sacar algo positivo. De eso se trata me parece. De sacarle siempre lo que mejor nos pueda ser útil para lo que sigue, para las próximas piedras o para los próximos triunfos.

Pero que pasa cuando vemos que alguien que queremos se va a tropezar con una de esas malditas piedras conocidas? Es inevitable tratar de “alertar” cuando vemos que se avecina algo que ya conocemos. Tratar de cuidar a la persona que queremos para que no sufra lo que nosotros ya pasamos. De esa manera no dolería tanto, no costaría tanto, no seria tan difícil. Pero el precio podría ser mas caro aun, no haber aprendido nada y haber “zafado” del golpe, de lo difícil.

“Que fácil es decirlo, para vos que estas afuera!”; “A vos porque no te pasa”… Me haya pasado, o no, siempre que trato de “prevenir” a alguien es para protegerlo, sin darme cuenta que tal vez solo puedo mostrarle el camino pero no sacarle la piedra del medio.

Me tomo el tiempo de reflexionar y concluyo en que lo mejor es sentarme al lado del camino, caminar al lado, seguirlo, pero no detenerlo ni tratar de impedir que pase por el camino de ripio porque en vez de ayudarlo estaría perjudicándolo.

Si te golpeas no dudes en contar con esta poca experimentada pero algo golpeada compañía. Y si triunfas no dejes de avisarme para que celebremos juntos.