No podia mantener mi ausencia despues de lo de ayer.
Juro que busque tus ojos en los ojos de la ciudad. Llovia mucho. Pensé en vos y en esa otra persona de la que siempre hablamos, la ideal, la que me gustaria que fueras. Aunque esa es ya otra historia.
Después, aún bajo nuestra lluvia, trate de recordar cada objeto, cada color y hasta cada gota con el solo fin de no olvidar tu ausencia.
Y la mía.
viernes, 24 de julio de 2009
lunes, 13 de julio de 2009
Buscando el equilibrio...

Fragmento del libro “Once minutos” de Paulo Coelho
Del diario de María, dos días después que todo volvió a la normalidad:
La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.
Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.
Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabó destruyéndolo todo.
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, cual de las dos actitudes es la menos destructiva?. No sé.
No me importa reconocer que soy ferviente admiradora de los libros de Paulo Coelho. Autoayuda. De eso me parece que se trata todo. De ayudarse. Por eso se empieza, solo tiene que ver con nuestras ganas de ayudarnos. Difícilmente podamos recurrir a alguien más si no tenemos la capacidad de ayudarnos y enfrentarnos a nuestras cosas nosotros mismos primero. Pero eso no fue lo que me llamó la atención de este fragmento de “Once minutos”, que me encuentro releyendo después de algunos años.
Lo que mas me llamó la atención en este caso es lo contradictorios que pueden ser los sentimientos o las reacciones en relación a una misma cosa. “… si fuéramos todos iguales seria aburrido, no?...” me recordaban hace unos días. Claro que coincido con lo aburrido que sería todo si fuéramos iguales, pero en algunos casos me cuesta entenderlo más que en otros. Como una persona se puede “rehusar” a vivir una sensación así? Cuantas cosas pueden pesar para que alguien no se permita disfrutarlo? Cuan grande es tu mochila que no dejas esas sensaciones te alivianen el peso?
Considero que la definición de “María” es algo extremista. Me parece que el equilibrio entre “Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella…” sería casi una ecuación perfecta sin necesidad de destruir ninguna esencia o alma perdida de este universo.
Puedo entender que sea difícil enfrentarse a situaciones dolorosas, a duelos, a fracasos, pero impedirse vivir algo por miedo a que terminen así? No. El “éxito” y el “fracaso” juegan con las mismas chances en las situaciones de la vida. Nunca tenemos la certeza de tener éxito o la seguridad que algo va a salir mal. Siempre corremos un riesgo. Y no enfrentándolo solo logramos una carga en nuestras mochilas. De esas que te dejan con sabor amargo y en un futuro nos terminan dejando con la incógnita: “que hubieses pasado si …?”
"Las decisiones del corazón no se toman con la cabeza"
Del diario de María, dos días después que todo volvió a la normalidad:
La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.
Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.
Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabó destruyéndolo todo.
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, cual de las dos actitudes es la menos destructiva?. No sé.
No me importa reconocer que soy ferviente admiradora de los libros de Paulo Coelho. Autoayuda. De eso me parece que se trata todo. De ayudarse. Por eso se empieza, solo tiene que ver con nuestras ganas de ayudarnos. Difícilmente podamos recurrir a alguien más si no tenemos la capacidad de ayudarnos y enfrentarnos a nuestras cosas nosotros mismos primero. Pero eso no fue lo que me llamó la atención de este fragmento de “Once minutos”, que me encuentro releyendo después de algunos años.
Lo que mas me llamó la atención en este caso es lo contradictorios que pueden ser los sentimientos o las reacciones en relación a una misma cosa. “… si fuéramos todos iguales seria aburrido, no?...” me recordaban hace unos días. Claro que coincido con lo aburrido que sería todo si fuéramos iguales, pero en algunos casos me cuesta entenderlo más que en otros. Como una persona se puede “rehusar” a vivir una sensación así? Cuantas cosas pueden pesar para que alguien no se permita disfrutarlo? Cuan grande es tu mochila que no dejas esas sensaciones te alivianen el peso?
Considero que la definición de “María” es algo extremista. Me parece que el equilibrio entre “Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella…” sería casi una ecuación perfecta sin necesidad de destruir ninguna esencia o alma perdida de este universo.
Puedo entender que sea difícil enfrentarse a situaciones dolorosas, a duelos, a fracasos, pero impedirse vivir algo por miedo a que terminen así? No. El “éxito” y el “fracaso” juegan con las mismas chances en las situaciones de la vida. Nunca tenemos la certeza de tener éxito o la seguridad que algo va a salir mal. Siempre corremos un riesgo. Y no enfrentándolo solo logramos una carga en nuestras mochilas. De esas que te dejan con sabor amargo y en un futuro nos terminan dejando con la incógnita: “que hubieses pasado si …?”
"Las decisiones del corazón no se toman con la cabeza"
lunes, 6 de julio de 2009
Secreto
¿Escribir con sentido abstracto (paradoja del lenguaje) es una virtud o simplemente la prueba irrefutable de que no estamos dispuestos a hacernos cargo ni siquiera de nuestras propias palabras?
Recuerdo
Receso.
Todavía recuerdo la forma tan particular de vestirse. La mirada perdida entre el espejo y el viejo ropero.
Soliamos tomar mate por la mañana. Normalmente no teniamos tiepo para otra cosa.
Las mañanas son como períodos de adaptación entre lo particular de la noche y lo general de la vida.
Todavía recuerdo la forma tan particular de vestirse. La mirada perdida entre el espejo y el viejo ropero.
Soliamos tomar mate por la mañana. Normalmente no teniamos tiepo para otra cosa.
Las mañanas son como períodos de adaptación entre lo particular de la noche y lo general de la vida.
miércoles, 17 de junio de 2009
EL.
La primera vez que fui tenía seis años. Dudo que en ese entonces me haya detenido a pensar cuantas veces volvería a estar ahí. Cientas, no recuerdo cuantas exactamente. Al principio solo éramos dos. Primaba la inocencia, la picardía, la ilusión y la esperanza solo estaba puesta en las hamburguesas con papas fritas que íbamos a comer al mediodía. Después fueron “asaltos”, cumpleaños, despedidas. Con el tiempo, las vueltas de la vida, encuentros y desencuentros llegamos a ser siete. No dejaba de ser importante el alimento pero paso a segundo plano. Velas, almohadones y agregados especiales le fueron dando con el tiempo el toque que lo hacia de a poco cada vez mas nuestro.
No me acuerdo como fue, pero ese lugar se convirtió en un templo testigo silencioso de más cosas de las que me atrevería a delatar. Literalmente las vivió todas con nosotras. Nos vio llorar, nos permitió hablar, nos abrazo aun cuando no salían las lagrimas, fue cómplice de “locuras” y embriagues de alegría; y de retrocesos constantes a nuestra infancia.
El quincho en realidad somos las siete. Sin nosotras solo sería un ambiente más de la casa de alguien. Cada una, de alguna manera, en algún momento lo hizo suyo. Lo hicimos nuestro. La capacidad que tuvimos de perdurar a pesar de todo le dio tanto valor. Compartir esa cantidad innumerable de situaciones y sentimientos y de mantener nuestro lazo tan fortalecido lo convirtió en nuestro templo.
Tropezamos, sumamos, restamos, pero siempre pudimos contar con las otras seis.
Hoy estamos a punto de convertirnos en 8. La dueña “legal” de ese lugar va a ser mamá y sus seis hermanas elegidas seremos tías. Es un placer pertenecer a las siete, tener a esta especial y elegida familia que esta, a pesar de todo. Las amo.
No me acuerdo como fue, pero ese lugar se convirtió en un templo testigo silencioso de más cosas de las que me atrevería a delatar. Literalmente las vivió todas con nosotras. Nos vio llorar, nos permitió hablar, nos abrazo aun cuando no salían las lagrimas, fue cómplice de “locuras” y embriagues de alegría; y de retrocesos constantes a nuestra infancia.
El quincho en realidad somos las siete. Sin nosotras solo sería un ambiente más de la casa de alguien. Cada una, de alguna manera, en algún momento lo hizo suyo. Lo hicimos nuestro. La capacidad que tuvimos de perdurar a pesar de todo le dio tanto valor. Compartir esa cantidad innumerable de situaciones y sentimientos y de mantener nuestro lazo tan fortalecido lo convirtió en nuestro templo.
Tropezamos, sumamos, restamos, pero siempre pudimos contar con las otras seis.
Hoy estamos a punto de convertirnos en 8. La dueña “legal” de ese lugar va a ser mamá y sus seis hermanas elegidas seremos tías. Es un placer pertenecer a las siete, tener a esta especial y elegida familia que esta, a pesar de todo. Las amo.
miércoles, 27 de mayo de 2009
Estatuas vivientes…

Así siento que muchas veces nos comportamos. Como estatuas vivientes. Aunque que lo de “vivientes” es relativo. Nos paramos inmóviles como esos personajes de calle Florida que miran la gente pasar. Así. Dejando que las cosas pasen, que las situaciones ocurran. Vemos todo como una película que se proyecta frente a nosotros, haciéndonos ajenos de lo que en realidad es nuestro.
Hay situaciones en la vida que nos dejan así. Que aparecen cuando no las esperábamos, o que nos duelen más de lo pensado, o tal vez nos afectan más de lo creído. Es como si tuviéramos la capacidad de poner “pause”, pero solo es una sensación porque el entorno sigue en “play” y cuando nos damos cuenta de lo ocurrido creemos que alguien apretó “forward” y nos perdimos una parte importante. Tal vez solo sea una escena pero que puede repercutir en toda la película.
Nos acostumbramos a ese estado. Nos sentamos a esperar que de alguna manera milagrosa las cosas pasen, sanen. Deseamos desesperadamente que el tiempo transcurra, que por fin haya terminado esa escena de nuestras vidas en la que nos encontramos inmersos sin poder salir. Dejamos que las cosas sucedan creyendo que es más fácil así. Pero no, fácil no es caminar por estos senderos. Fácil no es asumir que solo nosotros somos dueños del control remoto.
En esta película no esta permitido el “zapping”, no podemos cambiar de canal hasta que pasen las partes desagradables, las aburridas, las tristes, las vergonzosas. Solo queda hacerse cargo que somos nosotros los directores, los autores de esta película basada en hechos reales.
Hay situaciones en la vida que nos dejan así. Que aparecen cuando no las esperábamos, o que nos duelen más de lo pensado, o tal vez nos afectan más de lo creído. Es como si tuviéramos la capacidad de poner “pause”, pero solo es una sensación porque el entorno sigue en “play” y cuando nos damos cuenta de lo ocurrido creemos que alguien apretó “forward” y nos perdimos una parte importante. Tal vez solo sea una escena pero que puede repercutir en toda la película.
Nos acostumbramos a ese estado. Nos sentamos a esperar que de alguna manera milagrosa las cosas pasen, sanen. Deseamos desesperadamente que el tiempo transcurra, que por fin haya terminado esa escena de nuestras vidas en la que nos encontramos inmersos sin poder salir. Dejamos que las cosas sucedan creyendo que es más fácil así. Pero no, fácil no es caminar por estos senderos. Fácil no es asumir que solo nosotros somos dueños del control remoto.
En esta película no esta permitido el “zapping”, no podemos cambiar de canal hasta que pasen las partes desagradables, las aburridas, las tristes, las vergonzosas. Solo queda hacerse cargo que somos nosotros los directores, los autores de esta película basada en hechos reales.
jueves, 7 de mayo de 2009
A tropezar se ha dicho!

Piedras. Las hay de todos colores y formas. Tropezar con ellas? Una, dos, cientos de veces me tope con lo mismo y creo que puedo tropezarme mil mas. Pero, en general, logro sacar algo positivo. De eso se trata me parece. De sacarle siempre lo que mejor nos pueda ser útil para lo que sigue, para las próximas piedras o para los próximos triunfos.
Pero que pasa cuando vemos que alguien que queremos se va a tropezar con una de esas malditas piedras conocidas? Es inevitable tratar de “alertar” cuando vemos que se avecina algo que ya conocemos. Tratar de cuidar a la persona que queremos para que no sufra lo que nosotros ya pasamos. De esa manera no dolería tanto, no costaría tanto, no seria tan difícil. Pero el precio podría ser mas caro aun, no haber aprendido nada y haber “zafado” del golpe, de lo difícil.
“Que fácil es decirlo, para vos que estas afuera!”; “A vos porque no te pasa”… Me haya pasado, o no, siempre que trato de “prevenir” a alguien es para protegerlo, sin darme cuenta que tal vez solo puedo mostrarle el camino pero no sacarle la piedra del medio.
Me tomo el tiempo de reflexionar y concluyo en que lo mejor es sentarme al lado del camino, caminar al lado, seguirlo, pero no detenerlo ni tratar de impedir que pase por el camino de ripio porque en vez de ayudarlo estaría perjudicándolo.
Si te golpeas no dudes en contar con esta poca experimentada pero algo golpeada compañía. Y si triunfas no dejes de avisarme para que celebremos juntos.
Pero que pasa cuando vemos que alguien que queremos se va a tropezar con una de esas malditas piedras conocidas? Es inevitable tratar de “alertar” cuando vemos que se avecina algo que ya conocemos. Tratar de cuidar a la persona que queremos para que no sufra lo que nosotros ya pasamos. De esa manera no dolería tanto, no costaría tanto, no seria tan difícil. Pero el precio podría ser mas caro aun, no haber aprendido nada y haber “zafado” del golpe, de lo difícil.
“Que fácil es decirlo, para vos que estas afuera!”; “A vos porque no te pasa”… Me haya pasado, o no, siempre que trato de “prevenir” a alguien es para protegerlo, sin darme cuenta que tal vez solo puedo mostrarle el camino pero no sacarle la piedra del medio.
Me tomo el tiempo de reflexionar y concluyo en que lo mejor es sentarme al lado del camino, caminar al lado, seguirlo, pero no detenerlo ni tratar de impedir que pase por el camino de ripio porque en vez de ayudarlo estaría perjudicándolo.
Si te golpeas no dudes en contar con esta poca experimentada pero algo golpeada compañía. Y si triunfas no dejes de avisarme para que celebremos juntos.
jueves, 23 de abril de 2009
Péguele una patada a su mochila…

Que complicado es arriesgarse a veces. Cuantas cosas pasan por nuestra cabeza cuando llega el momento de decidir. Pero cuan riesgoso es permitir que esos miedos, esa avalancha de ideas, prejuicios, “modelos”, emociones, sensaciones; nos frenen a poder seguir avanzando? Cuanto pesan? Cuanto estamos dispuestos a resignar por el miedo a fallar, a conocer lo desconocido, a decepcionar a otros aun cuando nos decepcionemos a nosotros mismos, a arrepentirse?
Nunca me voy a olvidar de una frase que decía mas o menos así: “Las oportunidades a veces se dan a destiempo y vos tuviste la suerte de saberla aprovechar.” Me lo dijo una vez un jefe cuando le comunicaba la noticia de mi renuncia. Una de las primeras veces que decidía abandonar lo seguro para aventurarme a lo desconocido. Desde ese momento cuando me embarco en una nueva aventura no dejo de recordarla. Siempre arranco con mucha pila, casi tanta como el miedo que me genera lo nuevo, lo desconocido.
Siempre resignamos, pero como sabemos que podemos ganar sino nos animamos a arriesgar? Solo es cuestión de cerrar los ojos y saltar. No es fácil, no lo escribo y me resulta sencillo asimilarlo. Solo estoy segura que cuando logramos sacarnos la mochila y decidir avanzar sin tanto peso en nuestras espaldas podemos triunfar.
Los riesgos son muchos, siempre existe un 50% y un 50% de posibilidades. De nosotros depende aumentar el porcentaje que nos interese. Cada uno es responsable del éxito o el fracaso de nuestros actos y hacerse cargo de lo que resignamos, de valorar lo que podemos ganar, de temer a equivocarnos y de ser concientes que un paso en falso no es determinante. Todos, sin excepción alguna, estamos a tiempo de “poner primera”. Y en este tablero que es la vida no es de perdedor retroceder algunos casilleros.
Hoy logre que mi dado sacara seis y decido poner primera, arrancar y seguir escribiendo MI propia aventura.
Nunca me voy a olvidar de una frase que decía mas o menos así: “Las oportunidades a veces se dan a destiempo y vos tuviste la suerte de saberla aprovechar.” Me lo dijo una vez un jefe cuando le comunicaba la noticia de mi renuncia. Una de las primeras veces que decidía abandonar lo seguro para aventurarme a lo desconocido. Desde ese momento cuando me embarco en una nueva aventura no dejo de recordarla. Siempre arranco con mucha pila, casi tanta como el miedo que me genera lo nuevo, lo desconocido.
Siempre resignamos, pero como sabemos que podemos ganar sino nos animamos a arriesgar? Solo es cuestión de cerrar los ojos y saltar. No es fácil, no lo escribo y me resulta sencillo asimilarlo. Solo estoy segura que cuando logramos sacarnos la mochila y decidir avanzar sin tanto peso en nuestras espaldas podemos triunfar.
Los riesgos son muchos, siempre existe un 50% y un 50% de posibilidades. De nosotros depende aumentar el porcentaje que nos interese. Cada uno es responsable del éxito o el fracaso de nuestros actos y hacerse cargo de lo que resignamos, de valorar lo que podemos ganar, de temer a equivocarnos y de ser concientes que un paso en falso no es determinante. Todos, sin excepción alguna, estamos a tiempo de “poner primera”. Y en este tablero que es la vida no es de perdedor retroceder algunos casilleros.
Hoy logre que mi dado sacara seis y decido poner primera, arrancar y seguir escribiendo MI propia aventura.
viernes, 10 de abril de 2009
INVISIBLE

Increiblemente, uno se empieza a desmovilizar.
La efervecencia se evapora, se empiezan a notar las patas de gallo, las marcas que el tiempo hace en el alma y en el comportamiento de las personas.
"Si 10 años despues te vuelvo a encontrar, no te olvides que soy distinto que ayer, pero casi igual"
Y que tan fuerte es ese casi...
Sin embargo, los días en que el corazón se pensó como si fuera el llanero solitario, se van terminando. Y no esta mal. Hay alli lugar para la ficción y lugar para la realidad. A veces se entremezclan, a veces es bueno dejarlo soñar y alejarse por la cintura cósmica del sur...
A veces.
Estos días volvi a escuchar un disco para escuchar especialemnte dos canciones. Y me termine enamorando de una tercera: Invisible.
De la movilización, me quedó el descubrimiento de la sencillez de esta canción.
Invisible
La alegría es invisible
La promesa de encontrarse es invisible
Invisible es el amor y la fuerza que me lleva hacia vos
Invisible la emoción que me invade al escuchar tu canción
Invisible
La pasión es invisible
El impulso no se compra es invisible
Una forma de pensar que talvez existe otra realidad
que no se puede tocar y es tan simple que es difícil de hallar
Pero vamos a hacer una flor de papel
regalarla a la luz de la mañana
Y regar el papel para verlo crecer
y su aroma invisible traerá calma
Invisible
Buenos Aires invisible
La poesía de Calvino es invisible
Invisible es el amor y la fuerza que me lleva hacia vos
Invisible la emoción que me invade al escucharte
Pero vamos a hacer una flor de papel

regalarla a la luz de la mañana
Y regar el papel para verlo crecer
y su aroma invisible traerá calma
Pablo Echaniz / 2006
Igual, me gustaría que la escuches.
lunes, 23 de marzo de 2009
Arrancar
Siempre digo que nada borraría de mi pasado. Por más doloroso que haya sido lo que haya acontecido, me enseño, crecí, es parte de mí, de lo que soy. Me hago cargo de mis tropezones porque también me hicieron quien soy y me ayudaron a llegar a donde llegue y siempre que “me los mande” fue porque lo sentía y sigo sin arrepentirme de ellos. De todos modos no existe un “Libro de la VIDA” que enseñe que pasos seguir para alcanzar lo que buscamos y ese es mi mejor y mayor problema.
Siempre es bueno descubrir y sorprenderse de lo que esta por venir, de lo que uno pasa sin que espere, sin que este escrito, lo nuevo, lo desconocido. Pero hay veces que uno sigue haciendo aquella cosa que sabe que “esta mal” o “que nos hace mal” y la vuelve a hacer o la hace sin medir consecuencias; “total, no hay un libro que me diga que hacer, no me pueden culpar”
No me pueden culpar? Nadie me iría a culpar. La frase correcta sería: “no me voy a culpar”. Si soy yo responsable de mis actos es porque, en principio, la que puede resultar perjudicada soy yo. No me voy a culpar por lo que me hice. Y una y otra vez vuelvo a caer tras la misma piedra.
Por eso, hay días como hoy, que me encantaría tener un librito que me de la pauta como seguir. Poner primera cuando uno se siente algo estancado no es siempre una tarea fácil y ese librito me daría una mano para seguir. Pero no existe, yo me encargué de escribirlo hasta ahora y soy yo quien tiene que seguir escribiéndolo.
El traje de mujer maravilla parece que hace tiempo lo deje en el ropero, lo saco de a ratos, me muestro de esa manera, algo violenta a veces. Parece que ahí debe quedar, guardado. Hoy tengo que empezar a ser yo. Aunque no tenga del todo claro como hacerlo. Hoy saco el pie del freno… pongo primera.
Siempre es bueno descubrir y sorprenderse de lo que esta por venir, de lo que uno pasa sin que espere, sin que este escrito, lo nuevo, lo desconocido. Pero hay veces que uno sigue haciendo aquella cosa que sabe que “esta mal” o “que nos hace mal” y la vuelve a hacer o la hace sin medir consecuencias; “total, no hay un libro que me diga que hacer, no me pueden culpar”
No me pueden culpar? Nadie me iría a culpar. La frase correcta sería: “no me voy a culpar”. Si soy yo responsable de mis actos es porque, en principio, la que puede resultar perjudicada soy yo. No me voy a culpar por lo que me hice. Y una y otra vez vuelvo a caer tras la misma piedra.
Por eso, hay días como hoy, que me encantaría tener un librito que me de la pauta como seguir. Poner primera cuando uno se siente algo estancado no es siempre una tarea fácil y ese librito me daría una mano para seguir. Pero no existe, yo me encargué de escribirlo hasta ahora y soy yo quien tiene que seguir escribiéndolo.
El traje de mujer maravilla parece que hace tiempo lo deje en el ropero, lo saco de a ratos, me muestro de esa manera, algo violenta a veces. Parece que ahí debe quedar, guardado. Hoy tengo que empezar a ser yo. Aunque no tenga del todo claro como hacerlo. Hoy saco el pie del freno… pongo primera.
domingo, 1 de marzo de 2009
LLUVIA
Hoy en realidad iba a decir lo mal que me hace sentir que los que tienen que dar el ejemplo terminen pareciéndose a los que se parecen.
Mentiras, engaños, gritos para justificar la falta de lógica y razón, teatro del más barato, golpes al escritorio. Titularía con un "Palabras, mentiras y emperadores", parodiando a aquella película de similar impronta.
No resignaría ni una de mis oraciones. Sigo contrariado. El destino del que no sabe o a lo sumo, sabe de otra cosa, sigue siendo el de jefe. Imperdonables corazones mirando el acuerdo con el mayor de las traiciones acogotándolos cada vez más fuerte. Luego lo ya sabido... la morisqueta para el público cuando las palabras ya no resisten y se resquebrajan contra la más sincera de las opiniones.
Pero al final, decidí no contar todo esto. Decidí salir a caminar por mi barrio sólo en los momentos en que llovía. Dejando que las gotas se clavaran en mi ropa, dejando que alguien esperara mi mirada ausente, perdida, demasiado generosa, impostergable.
Bajo esa lluvia hice también mi recorrido por los proyectos, las pequeñas ambiciones y las miradas que alguna vez me gustaría cruzar.
Lluvia.
Lluvia de mi vida. Reflejo de mis actos.
Impulso de mis ideas, de mis amores.
Mentiras, engaños, gritos para justificar la falta de lógica y razón, teatro del más barato, golpes al escritorio. Titularía con un "Palabras, mentiras y emperadores", parodiando a aquella película de similar impronta.
No resignaría ni una de mis oraciones. Sigo contrariado. El destino del que no sabe o a lo sumo, sabe de otra cosa, sigue siendo el de jefe. Imperdonables corazones mirando el acuerdo con el mayor de las traiciones acogotándolos cada vez más fuerte. Luego lo ya sabido... la morisqueta para el público cuando las palabras ya no resisten y se resquebrajan contra la más sincera de las opiniones.
Pero al final, decidí no contar todo esto. Decidí salir a caminar por mi barrio sólo en los momentos en que llovía. Dejando que las gotas se clavaran en mi ropa, dejando que alguien esperara mi mirada ausente, perdida, demasiado generosa, impostergable.
Bajo esa lluvia hice también mi recorrido por los proyectos, las pequeñas ambiciones y las miradas que alguna vez me gustaría cruzar.
Lluvia.
Lluvia de mi vida. Reflejo de mis actos.
Impulso de mis ideas, de mis amores.
jueves, 5 de febrero de 2009
Gr...
Grrr! Día raro. Mezcla rara de muchas sensaciones. Todas rodeando lo que fue. Melancolía. No se muy bien. Primero el sueño, después la secuencia en la playa en la carpas. También tiene que ver con estar lejos, “sola”, tranquila. Bajar un poco un cambio también tiene estas cosas. Espero que de todas maneras sean solo vestigios de dolor y no una angustia reprimida. Yo creo que esta todo sanado, pero los sueños como el de anoche me hacen tambalear mi estabilidad y me da algo de miedito que no sea real. Dejar de ir a lo de Graciela fue una decisión que tome y considero que fue lo mejor para por fin dejar cosas atrás y no revolver, pero siempre tengo la inseguridad de creer que tal ves fue una manera de escapar a lo que me estaba pasando o querer reconocer que algo todavía quedaba y que no estaba sanado.
Sanado. Se sana del todo? Se olvida? Se deja de sentir? Realmente creo que las cosas no debieron ser y que así esta bien o es solo un mecanismo de defensa para que no duela? Uno se acostumbra a la carencia de algo y aprende a vivir con eso o realmente pasa? Siempre tantos cuestionamientos dando vueltas. Cuando será el día que deje de decir que hay que disfrutar de la vida y realmente empiece a disfrutarla? Porque me cuesta tanto trabajar conmigo cuando se como deberían ser las cosas, como me gustaría que fuera? Es QUERER estar mejor… Siento la necesidad y las ganas. Pero porque surgen estos baches que me hacen dudar de todo lo que me costo construir? Será que el ser humano vive repletos de cuestionamientos? Será que tengo que aprender que hay preguntas sin respuestas? Eso es todo un desafío que me genera muchísimo “trabajo”. Como van a existir cuestionamientos sin respuesta¿? Como el hombre puede llegar a la luna y mandar una foto al instante y no poder responder porque el amor se termina?
Odio a mi maldito inconsciente, es eso lo que me esta dando vueltas? Porque a veces creo que lo entendí y por momentos salen esas señales del maldito para demostrarme que no es lo mismo decirlo que sentirlo? El no es para mi, yo ya no lo amo, el encontró a su “amor” y ahora estoy bien así. Dispuesta a empezar algo cuando aparezca el “aparente indicado”. Pero que me da vueltas?
En fin, parece que hoy me saco el disfraz de Mujer maravilla y juego a que hay cosas que pueden doler, que pueden removerse y que tal vez a veces es necesario sacarlo para que después no duela tanto.
Hoy soy solo yo!
Sanado. Se sana del todo? Se olvida? Se deja de sentir? Realmente creo que las cosas no debieron ser y que así esta bien o es solo un mecanismo de defensa para que no duela? Uno se acostumbra a la carencia de algo y aprende a vivir con eso o realmente pasa? Siempre tantos cuestionamientos dando vueltas. Cuando será el día que deje de decir que hay que disfrutar de la vida y realmente empiece a disfrutarla? Porque me cuesta tanto trabajar conmigo cuando se como deberían ser las cosas, como me gustaría que fuera? Es QUERER estar mejor… Siento la necesidad y las ganas. Pero porque surgen estos baches que me hacen dudar de todo lo que me costo construir? Será que el ser humano vive repletos de cuestionamientos? Será que tengo que aprender que hay preguntas sin respuestas? Eso es todo un desafío que me genera muchísimo “trabajo”. Como van a existir cuestionamientos sin respuesta¿? Como el hombre puede llegar a la luna y mandar una foto al instante y no poder responder porque el amor se termina?
Odio a mi maldito inconsciente, es eso lo que me esta dando vueltas? Porque a veces creo que lo entendí y por momentos salen esas señales del maldito para demostrarme que no es lo mismo decirlo que sentirlo? El no es para mi, yo ya no lo amo, el encontró a su “amor” y ahora estoy bien así. Dispuesta a empezar algo cuando aparezca el “aparente indicado”. Pero que me da vueltas?
En fin, parece que hoy me saco el disfraz de Mujer maravilla y juego a que hay cosas que pueden doler, que pueden removerse y que tal vez a veces es necesario sacarlo para que después no duela tanto.
Hoy soy solo yo!
martes, 20 de enero de 2009
Relajate y goza...
Siempre me hago preguntas similares... Como se llama lo que siento? Que somos? Que onda? Como defino a una persona que ocupa un lugar muy importante en mi pero que por algo no la denomino "amiga/o"? Que me anda pasando? Que significa para mi? A donde iremos a parar con "esto"? Que nos depara el destino? Y cientos mas...
Estas y muchas otras preguntas siempre generaron inquietud en mi, muchas veces las charle con amigas, otras tantas con la psicóloga y muchas otras veces dieron vueltas en mi cabeza hasta quitarme el sueño. Pero un día decidí dejar de ponerle nombre a las cosas o situaciones, de cuestionarme tanto y dejarme disfrutar.
Siempre uso el mismo ejemplo, se ve que fue el que me hizo entender. "Perdí tanto tiempo poniéndole nombre al perro que íbamos a tener, que nunca llegamos a tener uno." Es así, para que detenerme a cuestionarme tantas cosas si pueden sufrir tantos cambios que muchas veces no voy a poder manejar?
Hoy disfruto un poco mas, cuesta menejar mi ansiedad pero en definitiva eso ya es parte de mi, como espero sea algún día el disfrutar de las cosas.
No busques definición de las cosas amigo, cuando te des cuenta te dejo de pasar y no lo llegaste a disfrutar!
Estas y muchas otras preguntas siempre generaron inquietud en mi, muchas veces las charle con amigas, otras tantas con la psicóloga y muchas otras veces dieron vueltas en mi cabeza hasta quitarme el sueño. Pero un día decidí dejar de ponerle nombre a las cosas o situaciones, de cuestionarme tanto y dejarme disfrutar.
Siempre uso el mismo ejemplo, se ve que fue el que me hizo entender. "Perdí tanto tiempo poniéndole nombre al perro que íbamos a tener, que nunca llegamos a tener uno." Es así, para que detenerme a cuestionarme tantas cosas si pueden sufrir tantos cambios que muchas veces no voy a poder manejar?
Hoy disfruto un poco mas, cuesta menejar mi ansiedad pero en definitiva eso ya es parte de mi, como espero sea algún día el disfrutar de las cosas.
No busques definición de las cosas amigo, cuando te des cuenta te dejo de pasar y no lo llegaste a disfrutar!
domingo, 18 de enero de 2009
SUEÑO
Se despertó abruptamente y me dijo:
"...soné con vos. Tuve un sueño erótico. Y además, tomábamos cocaína y tuco..."
Juro que me maravilló la capacidad de asociación, la belleza en la unión de las palabras, el tono y hasta la forma vaga y cierta de decir su sueño.
"...soné con vos. Tuve un sueño erótico. Y además, tomábamos cocaína y tuco..."
Juro que me maravilló la capacidad de asociación, la belleza en la unión de las palabras, el tono y hasta la forma vaga y cierta de decir su sueño.
miércoles, 14 de enero de 2009
DEFINICION
¿Cómo se llama cuando después de ver a una persona dos o tres días no podes dejar de pensar en ella?
¿Cómo se llama cuando buscas comlicidad en sus palabras y no te dormís sino hasta estrellarte en sus ojos?
¿Cómo se llama cuando queres volver a verla y alguna extraña intuición te dice que a ella le pasa lo mismo?
Una pena que todo pudiese ser tan complicado...
¿Cómo se llama cuando buscas comlicidad en sus palabras y no te dormís sino hasta estrellarte en sus ojos?
¿Cómo se llama cuando queres volver a verla y alguna extraña intuición te dice que a ella le pasa lo mismo?
Una pena que todo pudiese ser tan complicado...
miércoles, 7 de enero de 2009
Año nuevo, vida nueva? Si, quiero…
Y llegó el 01-01.Sabia que no era determinante pero decidí que lo fuera. Si quedaban “pendientes” desaparecieron como el almanaque 2008.
Arranque con todos los “rituales”, que se que no sirven de nada pero me divierte seguir a alguno de ellos. Me subí a una silla, para bajar con el pie derecho; brinde con una copa que tenia un anillo de oro; comí doce uvas; y prendí una vela amarilla (ultima incorporación a mi lista de rituales). Pero lo mas entretenido es cuando cada miembro de la familia escribe en uno de esos globos que vuelan sus deseos, es un momento bastante particular observar como los distintos miembros de la familia se toman tan “a pecho” los rituales y de verdad ponen esperanzas en cada uno de ellos.
Si tuviera que elegir un termino para definir mi 2008 es TRANSICION, me acomode. Pero el 2009 es DEFINICION. Arranco con muchísimas ganas de concretar muchas cosas, no siempre de gran importancia, pero estoy dispuesta y con muchas energías para cumplirlas. Espero poder cumplirlas. De todas maneras siempre tengo la posibilidad de “hacer borrón y cuenta nueva” y cambiarle el desarrollo a mi historieta…
Arranque con todos los “rituales”, que se que no sirven de nada pero me divierte seguir a alguno de ellos. Me subí a una silla, para bajar con el pie derecho; brinde con una copa que tenia un anillo de oro; comí doce uvas; y prendí una vela amarilla (ultima incorporación a mi lista de rituales). Pero lo mas entretenido es cuando cada miembro de la familia escribe en uno de esos globos que vuelan sus deseos, es un momento bastante particular observar como los distintos miembros de la familia se toman tan “a pecho” los rituales y de verdad ponen esperanzas en cada uno de ellos.
Si tuviera que elegir un termino para definir mi 2008 es TRANSICION, me acomode. Pero el 2009 es DEFINICION. Arranco con muchísimas ganas de concretar muchas cosas, no siempre de gran importancia, pero estoy dispuesta y con muchas energías para cumplirlas. Espero poder cumplirlas. De todas maneras siempre tengo la posibilidad de “hacer borrón y cuenta nueva” y cambiarle el desarrollo a mi historieta…
lunes, 5 de enero de 2009
OBSESION
Dícese de una perturbación anímica producida por una idea fija.
Podría aquí incluir mi tendencia a enamorarme de una canción y repetirla mil veces en el auto.
Así pasaron María Gabriela Epumer (Sirena), Analia Sirio (Que baje), Los Piojos (bicho de ciudad), Claudia Sinesi (El cielo), Mavi Diaz (Baile en el cielo), Pablo Echaniz (Montevideo), Ines Saavedra (Imagenes cotidianas), Alika (Amiga), Kumbia Queers (La Isla con Chicas), Pablo Dacal (Amor es un monstruo), Juana Chang (Play Pausa), Flopa (Debajo del álbum blanco) y algunos otros.
Pero no es lo mismo a poner en un disco todas estas canciones. No sería lo mismo. Y volvería a mi la obsesión por escuchar una y mil veces uno de estos temas.
Podría aquí incluir mi tendencia a enamorarme de una canción y repetirla mil veces en el auto.
Así pasaron María Gabriela Epumer (Sirena), Analia Sirio (Que baje), Los Piojos (bicho de ciudad), Claudia Sinesi (El cielo), Mavi Diaz (Baile en el cielo), Pablo Echaniz (Montevideo), Ines Saavedra (Imagenes cotidianas), Alika (Amiga), Kumbia Queers (La Isla con Chicas), Pablo Dacal (Amor es un monstruo), Juana Chang (Play Pausa), Flopa (Debajo del álbum blanco) y algunos otros.
Pero no es lo mismo a poner en un disco todas estas canciones. No sería lo mismo. Y volvería a mi la obsesión por escuchar una y mil veces uno de estos temas.
domingo, 4 de enero de 2009
ECLIPSE
Sigo esperando a la mujer que me regale un eclipse de luna.
No se donde esta. No se como se llama. No se si ya la he visto.
A veces no se si es bueno esperar o salir a buscarla.
¿Te imaginás? Un eclipse...
No se donde esta. No se como se llama. No se si ya la he visto.
A veces no se si es bueno esperar o salir a buscarla.
¿Te imaginás? Un eclipse...
jueves, 1 de enero de 2009
ELEGIR
Que lindo arrancar el año sabiendo que aun queda gente que elige su propia aventura. A veces yo creo que soy parte de ese grupo, otras me siento el títere de un dios malo, enojado con nuestros propios errores.
Es bueno saber que uno puede enderezar el destino, cambiar de planes, preferir una palabra ó apagar la televisión. Es bueno saber quién esta del otro lado, es bueno ignorarlo a veces.
Es bueno sorprenderse, dejarse llevar, buscar el momento para sonreír. A veces es bueno voltear para llorar, y otras es bueno encontrar el hombro exacto que coincida con el relieve de nuestra cara, de nuestras lágrimas.
Que bueno es poder elegir escribir. Que bueno es el silencio cuando es escogido. Que bueno es imaginarnos en un lugar con lagos, con sombra, siendo testigos del abrazo del agua y las piedras. Que bueno es saber que ese es un lugar en donde podemos volver siempre. Es como una especie de refugio, de hotel perpetuo, de escondite intimo en donde mezclamos nuestros afectos, nuestras ideas, nuestros proyectos, nuestras tristezas.
A veces creo que deberíamos escribir sobre los controles de alcoholemia, las heridos por la pirotecnia y hasta de las guerras que le dan la bienvenida a otros humanos en el mismo momento en que nosotros levantamos las copas y nos llenamos de nueces y turrones.
¿La mirada distinta nos aleja? ¿Nos da respiro? ¿Nos permite una sutil evasión?
Nada de todo eso. A veces, creo, nos eleva. A veces, nos humaniza y nos iguala con el palestino que evita los bombardeos mientras va a almacén.
Me pregunto cuantas cosas podrá elegir. Me pregunto cuantas habrá elegido ya.
Me pregunto si yo puedo elegir o si todo lo que pasa es consecuencia de la elección de otros.
Y a veces pienso, y se que te lo dije, que solemos tener una mirada tan egocéntrica que siempre vemos nuestra propia película y tal vez, de vez en cuando, deberíamos desacelerar y dejar que seamos parte de la película de otro. Aquietarse, observar, permitirnos oír al otro, dejar que muestre sus sentimientos, sus propios milagros cotidianos.
Es bueno saber que uno puede enderezar el destino, cambiar de planes, preferir una palabra ó apagar la televisión. Es bueno saber quién esta del otro lado, es bueno ignorarlo a veces.
Es bueno sorprenderse, dejarse llevar, buscar el momento para sonreír. A veces es bueno voltear para llorar, y otras es bueno encontrar el hombro exacto que coincida con el relieve de nuestra cara, de nuestras lágrimas.
Que bueno es poder elegir escribir. Que bueno es el silencio cuando es escogido. Que bueno es imaginarnos en un lugar con lagos, con sombra, siendo testigos del abrazo del agua y las piedras. Que bueno es saber que ese es un lugar en donde podemos volver siempre. Es como una especie de refugio, de hotel perpetuo, de escondite intimo en donde mezclamos nuestros afectos, nuestras ideas, nuestros proyectos, nuestras tristezas.
A veces creo que deberíamos escribir sobre los controles de alcoholemia, las heridos por la pirotecnia y hasta de las guerras que le dan la bienvenida a otros humanos en el mismo momento en que nosotros levantamos las copas y nos llenamos de nueces y turrones.
¿La mirada distinta nos aleja? ¿Nos da respiro? ¿Nos permite una sutil evasión?
Nada de todo eso. A veces, creo, nos eleva. A veces, nos humaniza y nos iguala con el palestino que evita los bombardeos mientras va a almacén.
Me pregunto cuantas cosas podrá elegir. Me pregunto cuantas habrá elegido ya.
Me pregunto si yo puedo elegir o si todo lo que pasa es consecuencia de la elección de otros.
Y a veces pienso, y se que te lo dije, que solemos tener una mirada tan egocéntrica que siempre vemos nuestra propia película y tal vez, de vez en cuando, deberíamos desacelerar y dejar que seamos parte de la película de otro. Aquietarse, observar, permitirnos oír al otro, dejar que muestre sus sentimientos, sus propios milagros cotidianos.
domingo, 28 de diciembre de 2008
Elige tu propia aventura (Parte II)
Me di cuenta, al leer “Deseos” que me había confundido en algunos puntos de mi entrada “Mujer Maravilla”, por varias razones que paso a aclarar.
En principio, mi historieta se llama así pero olvide el detalle que no soy la única que leo “Miradas…” y que empezando por mi “compañero de blog” difícilmente se pueda sentir identificado con un personaje de taco alto. Modifiquemos entonces el nombre a “Elige tu propia aventura” y empecemos a darle forma a la segunda parte.
Muchas veces mi discurso puede sonar pesimista y poco alentador, pero la realidad es que muchas otras mas decido tomar el camino del optimismo y en general llegué a lugares sorprendentemente agradables y decido aprovechar este medio para contagiar un poco, si es que se me permite.
De que sirve mirar atrás y enumerar la cantidad de cosas malas que nos pasaron o las cosas que dolieron si no podemos rescatar nada de ellas? Porque culparnos por cientos de cosas que en definitiva fueron consecuencias de lo que sentíamos en ese momento? Porque sentarnos a enumerar las cosas que nos gustaría modificar si no nos decidimos a cambiarlas?
Tal vez me equivoque pero creo que de esas cosas es de las que verdaderamente aprendemos. No sirve de nada renegar por las cosas que nos pasaron porque difícilmente vamos a “sacarle el jugo”. Mi carente creencia en Dios o en “Símbolos” superiores (si me permiten llamarlos así) me hace creer que soy la única responsable de mi destino. Por eso decido tomar ese caudal de situaciones y seguir escribiendo.
Mi vida no tiene mayores sobresaltos, si me detengo a espiar otras historias de vida, que también “tomo prestadas” para fortalecer mis cimientos. Vivir las fortalezas de otros me ayuda a comprender que la única adversaria es la muerte. De lo demás, podemos salir algo golpeados pero fortalecidos sin duda alguna. “Si con esa pude, puedo con la que sea” y así creyendo que no puede ser peor aunque a veces suceda y nos sorprendemos de nosotros mismos y de la capacidad de sobrellevarlo. Porque siempre se sale.
Una de las cosas que más aprendí es DISFRUTAR. Creer que el mañana es incierto y que nada esta escrito, sino que se escribe en la marcha. Y en el camino, el entender es aprender. Todos esos “golpecitos” que van doliendo, van ayudando a que el próximo duela menos, o que por lo menos nos haya dado herramientas para enfrentarlos.
Otra de las cosas que aprendí es a QUERER. Y con esto me refiero a que solo si yo quiero lo voy a lograr. No sirve desear algo sino voy a hacer nada para construirlo. No sirve de nada renegar y amargarse porque hay algo nuestro que no nos gusta sino nos esforzamos por modificarlos. De hecho es una posición algo “cómoda” quejarse de las cosas que nos suceden y adjudicárselo a “lo que esta vida me dio”. La vida de hecho es algo “abstracta” como para echarlo culpas. Pero son formas, son experiencias, son aprendizajes.
Eso también aprendí. PUNTOS DE VISTA, PUNTOS DE VIDA. Nadie en el mundo es capaz de ser igual a otro, Menos mal! Que aburrido sino. Con esas experiencias que hablaba antes tiene que ver. Ninguna vida se asemeja y por ende ninguna experiencia y menos su aprendizaje. Pero suman. Siempre valorando lo que logramos y como llegamos a estar parados a donde estamos. Donde queremos estar.
Por mi parte sigo eligiendo mi propia aventura…
En principio, mi historieta se llama así pero olvide el detalle que no soy la única que leo “Miradas…” y que empezando por mi “compañero de blog” difícilmente se pueda sentir identificado con un personaje de taco alto. Modifiquemos entonces el nombre a “Elige tu propia aventura” y empecemos a darle forma a la segunda parte.
Muchas veces mi discurso puede sonar pesimista y poco alentador, pero la realidad es que muchas otras mas decido tomar el camino del optimismo y en general llegué a lugares sorprendentemente agradables y decido aprovechar este medio para contagiar un poco, si es que se me permite.
De que sirve mirar atrás y enumerar la cantidad de cosas malas que nos pasaron o las cosas que dolieron si no podemos rescatar nada de ellas? Porque culparnos por cientos de cosas que en definitiva fueron consecuencias de lo que sentíamos en ese momento? Porque sentarnos a enumerar las cosas que nos gustaría modificar si no nos decidimos a cambiarlas?
Tal vez me equivoque pero creo que de esas cosas es de las que verdaderamente aprendemos. No sirve de nada renegar por las cosas que nos pasaron porque difícilmente vamos a “sacarle el jugo”. Mi carente creencia en Dios o en “Símbolos” superiores (si me permiten llamarlos así) me hace creer que soy la única responsable de mi destino. Por eso decido tomar ese caudal de situaciones y seguir escribiendo.
Mi vida no tiene mayores sobresaltos, si me detengo a espiar otras historias de vida, que también “tomo prestadas” para fortalecer mis cimientos. Vivir las fortalezas de otros me ayuda a comprender que la única adversaria es la muerte. De lo demás, podemos salir algo golpeados pero fortalecidos sin duda alguna. “Si con esa pude, puedo con la que sea” y así creyendo que no puede ser peor aunque a veces suceda y nos sorprendemos de nosotros mismos y de la capacidad de sobrellevarlo. Porque siempre se sale.
Una de las cosas que más aprendí es DISFRUTAR. Creer que el mañana es incierto y que nada esta escrito, sino que se escribe en la marcha. Y en el camino, el entender es aprender. Todos esos “golpecitos” que van doliendo, van ayudando a que el próximo duela menos, o que por lo menos nos haya dado herramientas para enfrentarlos.
Otra de las cosas que aprendí es a QUERER. Y con esto me refiero a que solo si yo quiero lo voy a lograr. No sirve desear algo sino voy a hacer nada para construirlo. No sirve de nada renegar y amargarse porque hay algo nuestro que no nos gusta sino nos esforzamos por modificarlos. De hecho es una posición algo “cómoda” quejarse de las cosas que nos suceden y adjudicárselo a “lo que esta vida me dio”. La vida de hecho es algo “abstracta” como para echarlo culpas. Pero son formas, son experiencias, son aprendizajes.
Eso también aprendí. PUNTOS DE VISTA, PUNTOS DE VIDA. Nadie en el mundo es capaz de ser igual a otro, Menos mal! Que aburrido sino. Con esas experiencias que hablaba antes tiene que ver. Ninguna vida se asemeja y por ende ninguna experiencia y menos su aprendizaje. Pero suman. Siempre valorando lo que logramos y como llegamos a estar parados a donde estamos. Donde queremos estar.
Por mi parte sigo eligiendo mi propia aventura…
viernes, 26 de diciembre de 2008
DESEOS
Asi, terminante, radical, inflexible. Mi pierna izquierda por que las cosas cambien. ¿De que me sirven las dos si no pueden llevarme hacia un lugar felíz? ¿De que me sirven si mis rodillas lloran al reconocer los mismos atajos, los mismos caminos?
Basta de someterse a la vida que a uno le toca vivir. Basta de tolerar las cosas que a uno le manchan el alma, le hieren el espíritu.
La lluvia tiene esa cosa de libertad, de insolencia. La lluvia tiene los acordes de Juana Molina clavados en cada gota, en cada verso. El ensortijado y caprichoso recorrido de un ritmo alienante, posesivo, cautivante. La música de los cielos que albergan las lluvias. Las lluvias que permiten el levantamiento armado de nuestros corazones rogando a los enemigos por un poco de amor en este mundo desolado, regado de estupidas, sembrado de preguntas sin razón, de diagonales sin salida.
Ojala el primero de enero llueva. Ojala que mi risa regrese y ya no sienta la necesidad de ofrecer mis extremidades por un poco de felicidad. Ojala que haya alguien ahí, del otro lado, escuchando mi silencio el día que pueda volver a hablar.
domingo, 14 de diciembre de 2008
Mujer Maravilla
Porque creo que termina el año y cambia la vida? Como puedo esperar tanto cambiar de calendario creyendo que voy a “empezar de nuevo”? Porque me condiciono con el 01.01 si se que puedo empezar cuando tenga ganas? Porque ahora me lo tomo tan a pecho si sin duda la vida me enseño que puedo arrancar todos los días una “historieta” nueva?
De todas maneras la cuestión no es cuando empezar, sino el conflicto que genera darse cuenta que lo que uno creía que venia bien enfilado “banquinea” o cuando parecía que todo andaba bien nos pasar un “memo” y nos bajan de un ondazo o cuando parecía que el camino ya estaba escrito se hace un manchon en la hoja. Y entonces otra vez, duelar por lo que no fue, sacarle la parte buena a lo que salio mal, tomar nota de las cosas en las que fallamos para la próxima vuelta, entender, aprender a convivir con algunos interrogantes que no siempre tienen respuesta, sacar nuestras propias conclusiones y conseguir algún día “enterrar” esa parte. Enterrar, guardar, archivar, dejar en algún lado para poder volver cuando la nostalgia se adueñe del día tratando de seguir adelante y que no sea un piedra en el camino.
Con el tiempo aprendí que nada esta escrito, que yo me encargo de escribirlo cada día y que es sumamente valido dar una vuelta de tuerca y cambiar el cuento a la mitad. No es de cobarde arrancar de nuevo, nadie me saca el traje de “Mujer maravilla” que me pongo para jugar a que puedo con todo, por asumir que “No fue”, “No salio”, “Termino”.
Ojo! el día que me hago cargo que es solo un disfraz y que no puedo con todo… Pero yo decido como escribir mi historieta y ese disfraz es el que por ahora decido usar…
De todas maneras la cuestión no es cuando empezar, sino el conflicto que genera darse cuenta que lo que uno creía que venia bien enfilado “banquinea” o cuando parecía que todo andaba bien nos pasar un “memo” y nos bajan de un ondazo o cuando parecía que el camino ya estaba escrito se hace un manchon en la hoja. Y entonces otra vez, duelar por lo que no fue, sacarle la parte buena a lo que salio mal, tomar nota de las cosas en las que fallamos para la próxima vuelta, entender, aprender a convivir con algunos interrogantes que no siempre tienen respuesta, sacar nuestras propias conclusiones y conseguir algún día “enterrar” esa parte. Enterrar, guardar, archivar, dejar en algún lado para poder volver cuando la nostalgia se adueñe del día tratando de seguir adelante y que no sea un piedra en el camino.
Con el tiempo aprendí que nada esta escrito, que yo me encargo de escribirlo cada día y que es sumamente valido dar una vuelta de tuerca y cambiar el cuento a la mitad. No es de cobarde arrancar de nuevo, nadie me saca el traje de “Mujer maravilla” que me pongo para jugar a que puedo con todo, por asumir que “No fue”, “No salio”, “Termino”.
Ojo! el día que me hago cargo que es solo un disfraz y que no puedo con todo… Pero yo decido como escribir mi historieta y ese disfraz es el que por ahora decido usar…
lunes, 8 de diciembre de 2008
Desconocidos (Parte II)
A veces trato de oír las gotas de lluvia clavándose en el medio de ese lago tan nuestro.
Es verdad lo que decís: sé perfectamente como es su sonido. Lluvias de verano. Lagos del alma. Es verdad también lo extraño de la vida, de no haberos visto antes. Tal vez sea porque todo tiene un momento y todo tiene un espacio, un lugar. No lo se.
Leo mis palabras. Leo las tuyas.
Lo maravilloso es saber que en algún punto las miradas se entrecruzan, bailan, se divierten, se acompañan. Las palabras dejan de ser, mientras nos miramos, esas perras negras.
Me gustó eso que escribiste de “…sentarnos en una noche no muy lejana en su orilla….” De alguna manera, es otro cruce de miradas.
Pero como cada noche, con cada palabra, se que viajamos a esos lugares que nos gustan tanto. Se que miramos la noche durmiendo sobre el agua, las estrellas vanidosas amontonándose en un cielo inmenso sólo para que hablemos de ellas mientras tomamos mate, las ilusiones y los secretos compartidos a modo de secreto personal, de confesión maestra. De fondo, el ruido de los grillos y sus secuaces poniéndole magia al silencio. En el medio de todo eso, no se por qué, ni cómo, ni de dónde, estas vos. Ese es el mundo que imaginamos cada noche que hablamos o que nos permitimos un cruce tibio de miradas, de gestos, de palabras. Un mundo sensible, pero no sensibilero, en dónde hasta la oración más vulgar tiene un disfraz de reina, una idea entrelíneas, un beso secreto.
Es verdad lo que decís: sé perfectamente como es su sonido. Lluvias de verano. Lagos del alma. Es verdad también lo extraño de la vida, de no haberos visto antes. Tal vez sea porque todo tiene un momento y todo tiene un espacio, un lugar. No lo se.
Leo mis palabras. Leo las tuyas.
Lo maravilloso es saber que en algún punto las miradas se entrecruzan, bailan, se divierten, se acompañan. Las palabras dejan de ser, mientras nos miramos, esas perras negras.
Me gustó eso que escribiste de “…sentarnos en una noche no muy lejana en su orilla….” De alguna manera, es otro cruce de miradas.
Pero como cada noche, con cada palabra, se que viajamos a esos lugares que nos gustan tanto. Se que miramos la noche durmiendo sobre el agua, las estrellas vanidosas amontonándose en un cielo inmenso sólo para que hablemos de ellas mientras tomamos mate, las ilusiones y los secretos compartidos a modo de secreto personal, de confesión maestra. De fondo, el ruido de los grillos y sus secuaces poniéndole magia al silencio. En el medio de todo eso, no se por qué, ni cómo, ni de dónde, estas vos. Ese es el mundo que imaginamos cada noche que hablamos o que nos permitimos un cruce tibio de miradas, de gestos, de palabras. Un mundo sensible, pero no sensibilero, en dónde hasta la oración más vulgar tiene un disfraz de reina, una idea entrelíneas, un beso secreto.
domingo, 7 de diciembre de 2008
No tan desconocidos...
Quien hubiera dicho que iba a volver tantas veces a sentarme a la orilla de ese lago? Quien hubiera dicho que no eran kilómetros sino instantes lo que iba a viajar con mi imaginación? Tal vez con el afán de extraerme de este mundo vertiginoso que lejos esta de la calma de ese lago.
Quien hubiera dicho que ibas a ser vos, amigo de noches y confesiones, quien me iba a llevar tan lejos? Como es posible que dos personas puedan pasar desapercibidas en la vida del otro por tanto tiempo y compartir tantas “coincidencias” después?
Aunque no es difícil entender como podemos sentarnos cada noche a la orilla de ese lago. Ese lago en que coincidimos un día contando nuestras historias que parecían no tener conexión salvo la necesidad que compartirlas.
Hoy nos dejamos invadir por el sonido de las gotas de la lluvia que caen sobre el Futalaufquen permitiendo que la corriente se lleve los dolores, las angustias y acune las ilusiones de volver a sentarnos una noche no muy lejana en su orilla y recordar estas charlas para nada banales que nos acompañan por las noches y nos permiten seguir creyendo que ahí estamos.
Quien hubiera dicho que ibas a ser vos, amigo de noches y confesiones, quien me iba a llevar tan lejos? Como es posible que dos personas puedan pasar desapercibidas en la vida del otro por tanto tiempo y compartir tantas “coincidencias” después?
Aunque no es difícil entender como podemos sentarnos cada noche a la orilla de ese lago. Ese lago en que coincidimos un día contando nuestras historias que parecían no tener conexión salvo la necesidad que compartirlas.
Hoy nos dejamos invadir por el sonido de las gotas de la lluvia que caen sobre el Futalaufquen permitiendo que la corriente se lleve los dolores, las angustias y acune las ilusiones de volver a sentarnos una noche no muy lejana en su orilla y recordar estas charlas para nada banales que nos acompañan por las noches y nos permiten seguir creyendo que ahí estamos.
viernes, 5 de diciembre de 2008
Desconocidos (Parte I)
Esto comenzó a escribirse con una canción de fondo.
Creo que estábamos en la orilla del lago Futalaufquen, mirando el agua y las montañas, como lo haría cualquier persona que estuviese allí.
¿Qué voy a hacer con tanto cielo para mí?
Creo que llovía. Nos gusta mucho la lluvia. En ese momento, no pensábamos en la lluvia que se suicida contra el techo de mi pieza. Pensábamos en la libertad con una cierta inmunidad. Creo que disfrutábamos más de las palabras porque la lluvia nos estaba besando los labios.
Creo que fue entonces cuando me di cuenta de que leerla era como estar mirándola a los ojos. Sin decir. Sin parpadear. En calma, como un lago que se sienta a esperar el verano.
Desde la otra orilla, me hace sentir el contorno de un mundo pintado con su propia paleta de colores. Siento en su prosa el galope joven de mil metáforas, de mil amores.
Siento, y juro que es así, cada una de sus tristezas, de sus ilusiones, de sus sonrisas. Presiento sus ocurrencias y me dejo sorprender por su atención, por su caricia oportuna.
Se que, en distintos días, en distintos tiempos, caminamos por la orilla del mismo lago pensando las mismas cosas, creyendo en sueños parecidos.
¿Qué voy a hacer con tanto cielo para mí?
Como te digo, amiga de las noches y las palabras, qué gusto me da haberte encontrado. Y qué gusto inmenso poder seguir mirándonos bajo la lluvia.
Como te digo, amiga de las noches y las palabras, qué gusto me da haberte encontrado. Y qué gusto inmenso poder seguir mirándonos bajo la lluvia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)